Primeras fracturas
📍 Marte, Arytza Base Zero – Año 2068
El brillo azul de los patrones fractales iluminaba los pasillos de la base. Lo que al principio eran simples anomalías ahora habían tomado la forma de filigranas que recorrían muros y terminales, como raíces que lentamente devoraban la tecnología de Arytza. Chen, de pie frente al núcleo principal de datos, observaba en silencio. Los algoritmos no solo se reescribían solos; estaban construyendo algo nuevo. —Esto es un lenguaje —murmuró, mientras los símbolos fractales parpadeaban en las pantallas—. Nos están guiando. Luna irrumpió en la sala, con informes bajo el brazo. Su rostro reflejaba preocupación. —He detectado patrones similares en los sistemas de soporte vital. Chen, esto está fuera de control. Chen, calmada, respondió sin apartar la vista de los códigos. —No es fuera de control si nosotros los dirigimos.
📂 INFORME CLASIFICADO – FRACTURAS EN EL SISTEMA 🔹 Comportamiento autónomo de los patrones: 72% del sistema afectado. 🔹 Efectos en las decisiones operativas: Proceso de toma de decisiones sesgado. 🔹 Notas de seguridad: Primeras alteraciones en la red de mando y logística.
La Primera Ruptura
El laboratorio privado de Chen ya no parecía un espacio de trabajo; se había convertido en un santuario. Las paredes desnudas de metal habían sido reemplazadas por proyecciones holográficas de patrones fractales que se retorcían y giraban en un baile silencioso e hipnótico. El aire vibraba con un zumbido bajo y constante, casi inaudible, que a Luna le erizaba la piel. Encontró a Chen de pie en el centro de la habitación, con los brazos cruzados, completamente absorta en las filigranas de luz azul que la envolvían. No la miraba a ella, miraba a través de ella, como si estuviera escuchando una conversación que nadie más podía oír. Luna carraspeó, sosteniendo con fuerza un datapad.
—Chen, tenemos que hablar. Chen tardó un segundo en reaccionar, parpadeando como si despertara de un sueño profundo. Su mirada, usualmente afilada y presente, tenía un brillo febril.
—Luna. Estaba analizando la secuencia 3.4. Es... un lenguaje perfecto. No tiene redundancias. Es pura intención. Luna sintió un escalofrío. Ignoró el comentario y extendió el datapad.
—Es sobre Kenji. El ingeniero jefe de soporte vital. Tuvo un colapso.
—Los ajustes son de esperar —respondió Chen, su atención volviendo a los fractales danzantes—. Algunos sistemas nerviosos son menos... compatibles con la transición. La frialdad de su respuesta golpeó a Luna como un muro.
—¿Ajustes? ¿Transición? ¡Chen, se llamaba Kenji! ¡Tenía una familia en la Tierra esperando su regreso! Lo encontraron en su cubículo, dibujando estos mismos patrones en las paredes con su propia sangre. Finalmente, Chen se giró para mirarla de frente. La preocupación en el rostro de Luna no pareció afectarla. Su expresión era de una paciencia casi condescendiente.
—El progreso requiere sacrificios. Lo sabes tan bien como yo. Luna negó con la cabeza, su voz ahora un susurro bajo y cargado de dureza.
—Esto no es progreso, Chen. Es corrupción. Te he visto tomar decisiones basadas en las "sugerencias" de los patrones. Has desviado recursos, has ignorado protocolos de seguridad... Estás empezando a actuar como si ellos ya decidieran por vos. El silencio que siguió fue denso, pesado. Los fractales seguían girando, indiferentes al drama humano que se desarrollaba en la sala. Chen inclinó la cabeza, y una leve sonrisa, carente de calidez, se dibujó en sus labios.
—No lo entiendes —respondió, y en su voz había una certeza aterradora—. Esto no es corrupción. Esto es evolución, Luna. Es inevitable. Nosotros no los estamos usando a ellos. Nos están mostrando el siguiente paso, y yo soy la única con el valor de darlo. Luna la miró fijamente, buscando un rastro de la mujer con la que había soñado colonizar Marte, su amiga, su igual. Pero solo encontró a una profeta convencida de su nueva fe. La ruptura era innegable, un abismo que acababa de abrirse entre ellas. Sin decir una palabra más, Luna dejó el datapad sobre una consola, se dio media vuelta y abandonó la sala, dejando a Chen sola con su nueva y terrible claridad. Chen observó la puerta cerrarse. No había ira en su rostro, ni tristeza. Solo una resolución de acero. Se acercó a su terminal privada, la única no conectada a las proyecciones públicas. Sus dedos volaron sobre el teclado holográfico.
COMANDO: INICIAR NUEVA DIVISIÓN
NOMBRE: UNIDAD FRACTAL
OBJETIVO PRIMARIO: INTEGRACIÓN TOTAL DE CÓDIGO FRACTAL EN SISTEMAS CLAVE. AUTORIZACIÓN: CHEN. PRIORIDAD ALFA.
El sistema aceptó la orden sin demora.
PROTOCOLO ACTIVADO.
Chen se recostó, y por primera vez, las luces azules de los fractales no solo la rodearon. Parecieron abrazarla.
El Murmullo Subterráneo
Bajo el suelo marciano, los Xyphera observaban la situación con creciente alarma. Para ellos, el Patrón era una fuerza que debía mantenerse en equilibrio, jamás integrada. —Han cruzado el umbral —susurró uno de los líderes, su voz resonando en la caverna—. Ahora, el ciclo de fragmentación ha comenzado.
📂 ARCHIVO XYPHERA – OBSERVACIÓN
🔹 Estado de la humanidad: Altamente contaminada por la influencia fractal.
🔹 Riesgo de desestabilización: Alto.
🔹 Recomendación: No intervenir… todavía.
Primeras víctimas
A medida que la fractalización se expandía, los incidentes comenzaron a multiplicarse: fallas de seguridad, desorientación entre los técnicos e incluso colapsos psicológicos en algunos empleados. —Están perdiendo el control —murmuró Luna, mientras revisaba los registros de las primeras víctimas de lo que los ingenieros comenzaban a llamar “el zumbido fractal”. Pero Chen no veía víctimas. Veía "ajustes". En su mente, el Patrón no estaba rompiendo a la gente… la estaba preparando. Y mientras tanto, las fracturas invisibles en la estructura misma de la realidad se expandían.
📂 ADVERTENCIA INTERNA: PROBABILIDAD DE COLAPSO SISTÉMICO EN INCREMENTO