El odiaba el café pero todos los días iba a la misma cafetería.
El odiaba las mañana pero desde hace dos meses se levanta con sonrisas.
El odiaba el rojo pero ahora parece alucinarse con el color.
El odiaba tantas cosas pero ahora solo logra encantarse.
El odiaba sonreír pero ahora cada día lo hace.
Yo odiaba esa tonta cafetería a pesar de que amaba el café.
Yo odiaba cada maldita mañana desde hace dos meses a pesar de que amaba los amaneceres.
Yo detestaba el rojo sin importar que para mí siempre se significaba amar.
Yo amaba tantas cosas y ahora no puedo evitar cada una de ellas detestar.
Yo odiaba sonreír a pesar de que siempre hacía lo imposible para no llorar.
El detesto tantas cosas que ahora lo hacen volar, yo amé cada detalle y ahora no puedo evitar cada lágrima al recordar.
Porque yo pase un año a su lado queriéndolo sin importar y ella en dos meses logró llenarlo de felicidad.