Fractures

Prólogo

 

 

Dolía, no iba a mentir, no así mismo, ya que una cosa era mostrarle a los demás que sus rechazos no le importaban, una muy diferente era fingir consigo mismo, eso hace mucho tiempo había dejado de funcionar.

Y ahora, que se encontraba absolutamente solo, ya que sus padres habían decidido festejar uno de los tantos logros de su hermano mayor, y como él no era digno de ser visto por los demás -era la oveja de la familia según su madre-, su progenitora había sido tan amable que le había dejado quedarse en casa tras decirle que era mejor que se quedara para evitar así que la avergonzara.

Sintió una punzada en su pecho, abrazó con fuerza su almohada ante el recuerdo de la mirada asqueada de su madre. Y antes de darse cuenta, se encontró a sí mismo nuevamente sollozando contra la almohada.

Era tan patético, sabía de antemano que ella no le permitiría ir, era una completa ofensa el solo hecho de considerarlo, ya que él no merecía ni un poco estar tan cerca de una persona tan grandiosa como lo Seok Jin, su hyung. Y su hermano, él ni siquiera había intentado convencerla de dejarlo ir.

¿Por qué ella le alejaba? ¿Por qué no era cariñosa con él también? ¿Había hecho algo mal?

Debido al movimiento que hizo cuando se hizo un ovillo su camisa se levantó, dejando a la vista los enormes hematomas que comenzaban ahora a notarse más en la piel.

Sonrió con tristeza, sintiendo sus lágrimas bañar cada vez más sus mejillas.

Ellos ni siquiera habían preguntado por su día, no se habían preocupado en lo más mínimo por su dificultad para andar ni mucho menos por qué venía completamente mojado.

Esa tarde, le habían atrapado luego de salir de su clase, le habían tomado con fuerza de ambos brazos y le habían arrastrado fuera de su aula, había sido muy difícil lograr que Yoon Gi no interviniera, él era su mejor amigo y por ello no deseaba que se metiera en problemas, ya había sido mucho el hecho de que hubiese perdido un año luego de un accidente automovilístico que le había dejado bastante mal.

-No te metas.

El pelinegro había querido desobedecer, no obstante, había sido tan suplicante y desesperada su mirada que se había abstenido de entrometerse. El menor había articulado en una súplica muda, “Vete”.

A pesar de lo dicho el mayor no le había hecho realmente caso, eso pudo saberlo al ver como una cabellera negra se asoma de vez en cuando desde algunas columnas, se esforzó para evitar que la atención fuese dirigida a este, por ello fingió resistirse, ganándose como no, un buen golpe que terminó sacándole el aire.

Ellos le golpearon con fuerza, dos de ellos le mantenían sujeto para que su jefe pudiera poder usarle de saco de boxeo con mayor facilidad.

Incluso le habían pateado.

Y como si dejarle tan adolorido y sangrante como para poder siquiera pudiese ponerse en pie no fue suficiente, le obligaron a levantarse, debe admitir que estuvo muy confundido cuando le tomaron de los pies y las manos y le alzaron, o al menos fue así antes de que le mecieran y le lanzaran al agua de aquel pequeño río.

Sinceramente, había estado aterrado, sobre todo cuando sintió la frialdad del agua cubrir su cuerpo, sus oídos prontamente habían dejado de percibir el sonido y sintió para su desesperación como sus pulmones se llenaban de aquella sucia agua, intentó salir, pero para su angustia su cuerpo nuevamente volvía hundirse en el agua, cada vez más profundo a su parecer. Cerró sus ojos y finalmente se dio por vencido, tal vez morir sería lo mejor que podría pasarle.

Sintió un ardor en su pecho, pero decidió ignorarlo, lentamente todo dejaba de doler.

Por un rato se encontró en completa oscuridad, sintiendo únicamente una presión en su pecho, una que lentamente se volvía más fuerte.

 

<<Por favor Kookie, no te vayas>>

 

Para el aquella suplica llegó como un pequeño susurro.

Cuando finalmente volvió en sí, se encontró tosiendo como si su vida dependiera de ello, literalmente.

 

-Yoon Gi hyung…-articuló con la voz rota, no tuvo mucho tiempo antes de que un par de brazos lo rodearan en un fuerte abrazo.

-Idiota, me has asustado.

 

 

Se giró nuevamente buscando una posición más cómoda.

Esta por dormirse cuando escuchó el acostumbrando tono que causaba el celular al recibir un mensaje.

Para él era un tanto extraño, ya que el único en hablarle era Yoon Gi, y a esas horas se encontraba durmiendo.

Con pereza desbloqueó su celular, ese que había obtenido de su buen hermano que al ver que el suyo se había estropeado le regaló el suyo, ya que era viejo y recientemente se había comprado otro.

Era un milagro que su chip hubiese podido salvarse.

 

Frunció el ceño ante el mensaje.

 

Desconocido:

<< ¡Hola! Soy Kim Tae Hyung, no estoy seguro de si me recuerdas, pero somos compañeros, o al menos lo fuimos el año pasado. Me ayudaste con un trabajo de historia. ¿Recuerdas>>




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