16/11 Mis esfuerzos han rendido frutos, he creado un perfume que me ayuda en las noches. El vibrante tono azul que posee le da claridad a mi mente y mantiene mis pensamientos en orden el tiempo necesario para asegurarme un buen descanso. Finalmente puedo dormir, comer, crear sin aquellas ideas intrusas torturando mi cerebro. Creo que tengo una nueva mezcla casi terminada, es de un intrigante tono verde, de momento no sé con seguridad cuáles son sus efectos.
22/11 Volví al camino, estaba probando el perfume verde y algo me dijo que debía acercarme a ese lugar. Grande fue mi sorpresa cuando descubrí que él estaba esperándome, ¿será que esta fragancia sirve para atraer al dueño de tus anhelos? Necesito investigar más. Se acercó a mí despacio, casi como si temiera asustarme y que nuevamente escape de él. La presión bajo mi ombligo llegó a puntos insospechados cuando me saludó y se presentó con una sonrisa. Se llama Jefferson, pidió que lo llame Jeff, dice que es una muestra de cariño el acortar nombres. Cuando le dije mi nombre sonrió radiantemente, «Definitivamente debías llamarte así, después de todo es alegría lo que siente mi alma con solo verte», dijo robándome lo poco que me quedaba de autocontrol. Mis piernas flaquearon, incapaz de sostenerme por un segundo más, tomé asiento al pie de un roble. Él se sentó a mi lado, su mano se posó sobre la mía, pero mantuve mi vista fija al frente... Me daba miedo pensar lo que sería capaz de permitirle hacer si cometía el error de mirarlo a los ojos. Sus dedos acariciaron las múltiples cicatrices que tengo, sentí vergüenza e intenté apartar la mano. Y justo ahí fue cuando el embrujo llegó a su punto cumbre, fue justo ese el momento en el que perdí mi alma para siempre: besó mis manos, pude sentir su miedo a dañarme aún más en la suavidad de su tacto. Mi cuerpo me traicionó dejándole notar lo afectada que quedé luego de aquél contacto. Él no es malo, definitivamente no puede ser malo si me hace soñar despierta de esta manera. Quiso saber sobre mí, sobre mis padres y a qué me dedico. Madre le había dicho que ya no trabajaba en su taller, que más le valía abandonar toda esperanza... Se sintió muy culpable de haber desistido tan rápido, se culpa por no haber sido más insistente, pero yo sé lo persuasiva que puede ser madre cuando quiere algo. Creo que hablé de más, que revelé cosas que no debí, pero es tan fácil hablar con él. Quiere verme nuevamente, pero tengo miedo de lo que madre pudiese hacer si llega incluso a sospechar que he permitido que un hombre bese mis manos. Afortunadamente no ha notado mi ausencia de hoy debido a un curioso incidente: necesitaba con urgencia un papel que no estaba en su sitio y pasó todo ese tiempo con la cabeza metida entre diferentes libros, madre es muy cuidadosa, no entiendo cómo pudo suceder.
08/12 La culpa carcome mi conciencia cada vez que finjo buscar ingredientes en el bosque, madre me mira con sospecha pero no dice nada al respecto, solo me incita a volver con prontitud a casa. El negocio prácticamente se está nutriendo de mi sangre, ella está perdiendo su magia y no entiendo cómo ni me quiere decir por qué. Es madre quien hoy tiene miedo.
—¿Qué estás leyendo? —inquiere Belén sobresaltándome.
—Nada, un viejo libro de mi abuela... Habla de cómo conoció a mi abuelo, es bastante tierno si lo piensas.
—¿Tierno? Yo diría perturbador, ¿te das cuenta de que en algún momento hablará de cómo se tiró a tu abuelo para que tú estés aquí hoy?
—Iuuughhh, ¡no! No quiero tener esa imagen en mi mente en este momento, déjame disfrutar del romance.
—Vive en tu mundo de negación todo lo que quieras, pero avisada estás —replica alzando las manos en señal de rendición.
—¿Tú qué lees a ver?
—En este momento algo de lo que no estoy tan orgullosa como para presentárselo a una futura madre... Sigue con tu romance incestuoso.
—¡Que no es incestuoso! Tampoco es como que me vaya a manosear pensando en mi abuelo, solo estoy leyendo la parte bonita de conocer al amor de tu vida. Aparte, no creo que mi abuela estuviese de acuerdo con que lo lea si hubiese escenas calientes entre ellos...
—¡¿O sea que tu abuela sabe?! Dios, esto se pone cada vez peor.
—Anda ya, dime a ver de qué trata tu libro o cállate y déjame seguir con lo mío, pero que sepas que si mi hija sale con cara rectangular de libro es porque no cumpliste con mi capricho de embarazada, eso pesará en tu consciencia cuando la pobrecita no consiga novio.
—¿¡Niña!? —exclama ella y noto que he hablado de más—. ¿Ya sabes qué es?
—Sí, me lo dijeron en el hospital cuando hicieron la eco para saber si estaba todo bien, creo que recién caigo yo también... —justifico antes de que se ataque, hace más de una semana que ella está viviendo conmigo en la casa de mi abuela y no le había dicho nada.
—¡Una princesa! ¡Una ratoncita literaria! —exclama dando saltitos al rededor mío.
—Una ratoncita literaria que saldrá con la cabeza rectangular porque su tía no quiso decirme qué está leyendo y la mamá se quedó con las ganas —contesto sonriendo.
—Está bien, estoy leyendo una saga de esas creepy que me gustan, ya sabes. Va de una hacker que se disfraza de puta y convence a un tipo que le dé todo lo que quiera, es como que a ella la mandaron para que averigüe cosas de él. Desde la primera página se ve que el tipo es un malnacido, porque la hace disfrazarse de niña, ¡de niña, we!
—No puede ser, solo tú te lees esas cosas, estás loca.
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secretos y traiciones, corazones rotos y perdidas, mujer fuerte y empoderada
Editado: 25.06.2025