Escuche decir eso mientras llegaba a un bar no muy reconocido, poca iluminación y mucho alcohol donde escoger. Perfecto para alguien que solo vino a recordar.
- Para uno por favor.
Dije, mientras me llevaba a un lugar con 3 asientos adelante mio, sonaba una rockola que ni el autor se ha de acordar que la tiene, o quizá ya este muerto. Mientras me seguía llenando de ideas de muertos me entregan una carta, según ellos el menú.
No les voy a mentir, podrá haber miles de bebidas, pero siempre hay comida que lo acompañe, comida horrible, pero comida.
Ordene algo simple, una botella de whisky y una puta. Lamentablemente solo hubo la bebida.
Mientras me sumergía en el alcohol, volvían los recuerdos y un pensamiento vago cruzo por mi cabeza.
¿Me siento bien con ella?
Algo de mí, dice que si, pero todo mi ser y mi corazón dice que no.
Mirando los tres asientos vacíos reflexiono con cuantas personas me sintiera completo. Claramente respondí solo con una.
Vaso a vaso, idea a idea, se comienza a materializar esa persona que me complementa. Me esta tocando el cabello con su mano. Bajando lentamente a mi mejilla me mira con esos ojos que jamás he podido decir que no.
Me comienza a dirigir hacia ella, un tierno beso salio de ese resultado, me devolvió a mi puesto y se desvaneció.
Sigo bebiendo hasta acabar esa botella, mientras le hablaba a ese asiento vacío. No hay remordimiento, no hay arrepintiendo, solo hay un recuerdo, que claramente yo anhelo.
Me levante, pedi otra botella para llevar, pague y volví a mi hogar.
Me siento en el sofá mientras envío un mensaje de ya llegué, quiza sea la costumbre o quiza sea un tipo de amor, pero el "ya llegué" a casa es lo que mueve mi relación, deberia terminar ya.
Se esta acabando la batería, la botella y mi alma.