Dicen que las mejores historias se cuentan cuando estás a punto de morir o cuando estás enamorado, pues que creen.
Las mejores historias se cuentan a las 4 de la mañana.
Existe un silencio indescriptible, ni un ruido, una hora después de que se duermen los enamorados y una hora antes que cante el gallo.
No sabría decirte que pensar de esta hora, más que un te extraño.
Sin embargo, también pienso en la hora de mi final, lamentablemente he tenido varios accidentes en el último mes, que han provocado un poco de incertidumbre en mi ser. No puedo volver al pasado para arreglar la situación tan incómoda que me he puesto, pero si puedo ser mas precavido, a la hora de tomar una decisión.
No puedo creer que estuve a 10 centímetros de no contarla, pero, que bien se sintió poder haberlo esquivado una vez más la muerte, hubo daño material, más no sufrí ningún golpe, esto ha provocado volver a sentir la idea de si podré llenar el autobús cuando sea mi final, lo bueno que ahora se que algunos puestos ya están reservados, son pocos, pero son los necesarios.
4y20 de la mañana, pienso en todo lo que he vivido, lo que he conseguido y lo que he perdido. Siendo franco, siempre estado solo, así que no me resulta contraproducente mi situación sentimental, más la soledad que me acompaña no perdona y hace que piense en ti.
Se siente raro, estoy feliz y a la vez triste porque no puedo hacer nada al respecto, pero feliz porque un rato pensaste en mi.
Si algún momento dije que te amaba. Lo que en realidad quería decir es.
No importa tener un plan para estar contigo, no importa lo que piense cuando te miraba con cara de bobo, no importa que esté improvisando cada parte de nuestra vida juntos. Porque al final del día seguiremos juntos, acompañándote por toda una vida, bailando, riendo, molestándonos y amándonos.
Para mí eso es amor, estar y ser. No importa cuánto, o donde, siempre a tu lado.