Queridos lectores, hoy estoy castigado.
Preso, encerrado, ajusticiado, no en causa justa, pero si cumpliendo mi condena.
He de decir, en mi defensa, me dieron demasiado poder, no obstante, ese poder fue abusado cruelmente para realizar actividades poco éticas hacia mis subditos.
Hoy queridos lectores, mi esposa, el amor de mi vida, madre de mis hijos. Me ha regañado y me ha puesto en custodia.
Cabe recalcar, que yo no hice nada que no estuviera en las reglas del juego, era el rey y podia hacer lo que quisiese, pero lamentablemente un subdito termino llorando y fui acusado con una campesina x que ni siquiera estaba jugando.
Se acerco y me hizo bajar de mi altar de arena que construí con mucho esfuerzo para decirme porque le hice llorar a nuestro hijo.
La campesina cruelmente me jalo de la oreja y me llevo a sentarme a su lado.
Ahora el rey es mi hijo, me desterraron de mis propias tierras y ahora soy un campesino mas que observa como su hijo tiene un mejor gobierno que el mio.
Le reproche a mi esposa porque no me deja jugar, no obstante, mi querida esposa me dijo muy dulcemente.
- Porque eres un adulto de 36 años alexander!!!
A lo que le respondi.
- Pero yo construí el castillo! Yo era el rey, y podrías haber sido mi reina, pero me hiciste quedar mal, por eso quedaste como una campesina mas.
- Alex, tu hijo te ayudo y sus hermanos estan ahi con el, ¿No crees que ellos solo querian que les ayudes y luego te vayas?
Algo furioso, pero sentado en la toalla no dije mas, refufuñe un rato mas, me acoste y me quede dormido.
Me levantaron el castigo al cabo de una hora.
Mientras Sofía me ponia bloqueador, suspire porque estaba aterdeciendo y aun queria jugar un poco mas.
El reino habia crecido, habia poco o mas de 30 personas siguiendo a un niño de 8 años, por mi parte decidí aceptar mi jubilacion con orgullo y me fui al mar a nadar.
Estaba de espaldas pensando en cuanto tiempo me tomo llegar aqui, todos mis años con mi esposa a quien amo y sobretodo con mis hijos que son igual de idiotas con suerte, igual a la mia.
No les voy a mentir queridos lectores, estoy feliz y soy feliz.
Diria que llevo peso encima, pero la realidad es que no, el peso que es mi familia diria que es mas un motor que me lleva hacia delante.
Pase mucho tiempo solo, aprendi amarme y con el tiempo aprendi amar.
Mirando hacia arriba el naranja del atardecer, sigo pensando cuando tenia 23 y soñaba con una casa y un carro.
La verdad es que si lo tengo, pero eso jamas me lleno, me lleno la campesina a quien le hago llamar mi esposa.
¿Cuando la conocí?
No me acuerdo.
¿Como la conocí?
No lo he pensado.
Lo unico que pienso es que, ella en verdad se quedo.
Y eso es lo que importa...