La manía de tirarme a la piscina sin saber nadar, sin saber si llevo o no flotador
Si me puedo ahogar o aprender a nadar
En toda la turbulencia del agua
Esa manía loca de meterme en mundos opuestos y tan complicados al inicio
Donde las primeras pataletas son para sobrevivir o simplemente por desesperación
Donde el movimiento sale por necesidad y no por vanalidad
Esa costumbre de aventurarme en caminos tan opuestos a los míos
Al fin siempre término agradeciendo todo ello
Porque siempre terminas colocandome en donde debo de llegar y sobre todo me enseñas cosas que jamás uno piensa saber
Así sea de casualidad o por puro capricho
Dices que en la vida hay retos
Hay caídas y muy buenos tropezones
Que la vida sin ellos, no es vida
Tal vez aveces cueste entenderlo
Pero con el camino uno termina por adaptarse y también en disfrutarlo
Señor haces de mi vida un bonito experimento siempre al fin de al cabo.
Y que mejor compañía
si siempre estas ahí.