(Verso 1)
Escucha, escucha, hay algo en la pared,
un susurro frío que no te deja ver.
Te llaman, te llaman, pero no lo sabes bien,
cierra los ojos, ya no te puedes mover.
(Estribillo)
La voz que no deberías oír,
está dentro de ti, ¿lo puedes sentir?
Es un eco roto, es un cuerpo sin fin,
te abraza sin tocarte, te sigue hasta el fin.
(Verso 2)
El suelo se quiebra, pero no puedes caer,
las sombras se estiran y vuelven a crecer.
Susurran tu nombre con un tono que arde,
pero no lo escuchas, solo te partes.
(Estribillo)
La voz que no deberías oír,
está dentro de ti, ¿lo puedes sentir?
Es un eco roto, es un cuerpo sin fin,
te abraza sin tocarte, te sigue hasta el fin.
(Puente)
Mira, mira, la sonrisa en la esquina,
es una cicatriz que nunca termina.
¿O era un sueño? No, ya no lo sé,
las manos se mueven donde nadie las ve.
(Estribillo)
La voz que no deberías oír,
está dentro de ti, ¿lo puedes sentir?
Es un eco roto, es un cuerpo sin fin,
te abraza sin tocarte, te sigue hasta el fin.
(Final)
Y si miras atrás… ya no estaré,
pero algo en tu alma siempre quedará.
Un susurro, un roce, un grito silente,
porque nunca lo sabrás, pero siempre lo sientes.
Canta conmigo y acúchame para siempre una y otra, y otra vez.