Fragmento de lo Infinito

Capítulo 78: Entonces créala

Los ecos de la prueba anterior aún vibraban en el aire. La sala flotante donde se realizaban los exámenes se había calmado por unos minutos. Los blancos destruidos habían sido reemplazados por estructuras nuevas, listas para la siguiente prueba. El receso de 15 minutos era un respiro en medio de tanta tensión, pero para Biel, era el momento clave para ayudar a sus amigos.

Se giró y los observó uno por uno. Sarah estaba sentada, mirando sus propias manos, aún sorprendida por la precisión con la que había canalizado la sangre. Acalia caminaba en círculos, pensativa, ensayando el flujo de su habilidad heredada. Ellas ya habían empezado a entender lo que llevaban dentro.

Pero había dos que aún no lo sabían.

Xantle y Easton.

Biel se acercó. El sonido de sus pasos en el suelo rúnico resonó como un aviso de que lo que venía no era cualquier charla.

Es hora de que comprendan lo que realmente son sus habilidades. —dijo con firmeza.

Xantle lo miró con atención. Ya había visto cómo Biel hablaba, actuaba, observaba. Y algo dentro de ella ya no dudaba tanto.

Estoy de acuerdo. Sé que no conozco a fondo lo que soy capaz de hacer. Mi habilidad… se siente como si escondiera algo más.

Easton, en cambio, cruzó los brazos con una sonrisa confiada.

Está bien, te escucharé. Pero yo sé cómo es mi habilidad, ¿vale? No creo que puedas saber más que yo sobre lo que yo mismo puedo hacer.

Biel asintió con calma, sin alterarse.

Entiendo perfectamente tus palabras, Easton. Sé que has entrenado, que has explorado tu don. Pero lo que tú conoces… solo es el 2% de lo que en realidad puede hacer tu habilidad.

Easton parpadeó. El número lo dejó sin palabras por un segundo.

¿Dos por ciento? Eso es ridículamente bajo. Es casi improbable que tú sepas más que yo. Pero… esta vez te creeré. Solo porque has sido directo.

Biel sonrió.

Gracias por confiar. Solo quiero ayudarte a que pases el examen. No es por obligación. Es porque quiero verte brillar.

Xantle asintió.

Entonces aprovechemos estos quince minutos. Explícanos lo que puedas.

Biel asintió, y su mirada se posó en Easton. El más escéptico… y el que más necesitaba ayuda.

Vamos contigo primero.

Easton alzó una ceja.

—¿Por qué yo?

Porque eres el más terco.

—¡Hey! ¡Eso fue cruelmente honesto!

Biel sonrió. Luego se puso más serio.

Dijiste que puedes hacer destellos de hielo, ¿cierto?

Easton asintió.

Sí, pequeñas ráfagas. Congelo y lanzo. Sencillo.

No. Lo que haces no es hielo puro. No es siquiera la base de lo que puedes llegar a hacer. La fuente verdadera de tu habilidad se llama... Glaciar.

Easton lo miró como si Biel acabara de decir que podía volar solo con pensamiento.

Glaciar... estás bromeando. Eso suena a magia avanzada de nivel leyenda. ¿Crees que tengo algo así? Me parece absurdo.

En ese momento, una voz se unió a la conversación.

No es absurdo. Es verdad.

Gaudel se acercó con pasos tranquilos. Su ojo brillaba con una energía suave pero constante.

Easton lo observó con desconfianza.

—¿Y este tipo quién es? Recién te veo por aquí.

Gaudel sonrió educadamente.

Me presento. Soy Gaudel, un gusto. Y lo que dijo Biel no es mentira. Poseo el ojo místico, y puedo ver el aura de las personas… y con eso también puedo ver qué habilidades están conectadas con ustedes. En ti, está Glaciar. Así que Biel no está inventando nada.

Easton lo miró durante unos segundos en silencio.

Vaya… así que tienes un ojo que todo lo ve. Eso es… interesante.

Entonces, ¿me creerás ahora? —preguntó Biel.

Easton suspiró, cruzando los brazos otra vez.

Está bien. Solo esta vez. Digamos que creo que tengo esa magia… ¿y ahora qué? ¿De qué me sirve saberlo si no tengo ni idea de cómo usarla?

Biel dio un paso más cerca. Y con voz tranquila, comenzó a explicar.

La magia de Glaciar es especial. No se trata solo de hielo. Es el poder de lo que yace oculto, lo que se forma lentamente con el tiempo. El poder de un glaciar radica en su inmensa masa de hielo, que al moverse con lentitud, esculpe montañas, valles, modela la tierra. No se trata de lanzar estacas de hielo. Se trata de construir, moldear, resistir. Un glaciar puede arrastrar piedras del tamaño de casas y, al mismo tiempo, guardar silencio durante siglos.

Easton lo escuchaba con más atención de la que pensaba tener.

Los glaciares regulan ríos, alimentan bosques enteros al derretirse, cambian el clima. Son gigantes que caminan despacio… pero cuando se mueven, el mundo cambia con ellos. Esa es tu habilidad. Y ese es el poder que duerme dentro de ti.

Xantle lo observaba fascinada. Era como escuchar una leyenda viva narrando lo que alguna vez fue real.

Easton bajó la mirada.

Entonces… no soy solo un lanzador de escarcha.

Biel negó con una sonrisa.

Eres un escultor de hielo, un destructor de montañas, un creador de ríos. Solo necesitas aprender a controlar el ritmo… y fluir.

Easton levantó la vista. Por primera vez en mucho tiempo, su sonrisa no era burlona. Era sincera.



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En el texto hay: juvenil, magia, fantasia sobrenatural

Editado: 02.08.2025

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