Prólogo

Mente

Cuando te pierdes no eres tú, es tu mente, que entró a un viaje del cual no quiere regresar; porque se dio cuenta que el estar perdido es mejor que encontrarse en un mundo al cual no perteneces.

Pero, cuando se pierde la mente la gente cree que estamos locos, que perdimos la noción del tiempo y que no volveremos. Pero ellos no entienden que solo es un momento de suspenso en el cual la vida se pelea por recuperar la razón, mientras que esta solo quiere escapar e irse lejos.

La mente juega y maneja a la vida. Y la vida juega a un constante suelta y atrapa con la razón; porque cree que es divertido y amenazador hacerle perder del camino, porque cree que así llamará la atención y todo cambiará.

Y es ahí donde el alma que ha estado dormida reacciona y decide hablarle al corazón, que haga algo por mantenerse estable, por no dejar ir a la cordura, por no apagar el último aliento de vida que queda. Porque si no lo hace ellos terminaran acabando con su vida o volviendolo loco para siempre.

Pero.
¿No dicen que los locos son genuinos? ¿qué ellos podrán cambiarlo todo? ¿qué el mundo es de excepcionales?

Entonces
¿Por qué quieren acabar con ellos? ¿porqué no entienden que nuestra realidad es otra?

Porque cuando la mente divaga entiende la realidad que oculta el universo, una que solo los excepcionales pueden descubrir porque les vale mierda lo que los demás puedan hablar o pensar. Porque en ellos no está el querer seguir a una sociedad mediocre que dice saber a ciencia cierta lo que nos conviene. Si no el querer ir más allá, el quere descubrir las falsedades que nos rodean y acabar con ellas.

¿Entonces qué?

Entonces cuando pierdas tu mente no estás mal, solo estás pasando a la fase en donde todo lo que creías verdad se derrumba y empieza una nueva etapa. No te asustes, solo hay que aceptarlo y cambiar

Se algo mejor, se alguien diferente. No seas un objeto de juego, sino el que mueve las fichas.

Cuando alguien necesita un empujón para saltar a la felicidad no dudes en dárselo, imagina que lo salvas de un infierno o tal vez solo lo arrojaste

Nada pierdes con intentarlo, pero nunca te arrepientas de tus hechos. Porque vivirán como demonios contigo o ángeles, depende en que los conviertas.

-P-