Todo era con calma, soplaba el viento,
y con su frío me envolvía lento.
Le preguntaba al cielo, sin razón,
¿por qué me eligió, si no sería su amor?
¿Por qué me ilusionó de forma tan bella,
si no pensaba quedarse con ella?
Yo fui la ilusa, la que creyó,
la que sin pensarlo… todo entregó.
Ahora lo entiendo, sin mí él siguió,
su vida sin sombras, sin lo que quedó.
Era tan perfecto… para ser verdad,
y yo no quise ver su otra mitad.
No vi defectos, solo imaginé
que el amor era cierto… y me equivoqué.
Solo fue, una vez más, mi corazón
jugando a sentir… una ilusión.