Fragmentos de mí

Suplicio

 

Recuerdos que te quedan después de todo, no importa que tanto deseas ocultar el dolor producido.

Vienen y van, como una corriente de aire, incapaz de ser controlados, arrebatando.

Intentas escapar, pero de la mente no puedes hacerlo, tienes justo delante de ti esa puerta, sin llave, seguro o protección.

Sabes que no debes hacerlo, pero esa puerta irradia luz imnotisante, caminas hacia ella...

Te encuentras con un sin fin de recuerdos que te llenaron de felicidad, pero sabes que ya nunca jamás serán, te tumbas y ciegamente abrazas esa parte que no es realidad, lágrimas comienzan  a mojar tus mejillas, flajelas tu corazón y sigues masoquistamente abrazando más y más recuerdos.

Son tantas palabras, momentos y promesas, que al recordar cada una se siente como golpes en tu corazón, el estrujo de tu garganta crece.

Las lágrimas brotan y los ojos comienzan a cerrarse, una parte de ti dice: ¡¡¡basta!!!

Quieres respirar pero el llanto ahoga, suman más momentos que habías olvidado, el tiempo compartido, y duele como miles de dagas en el cuerpo, débil y aún postrado comienzas a confundir ese dolor con alegría, borras todo lo malo y sigues recordando.

Sería más fácil ver un arcoiris en invierno, a dejar de llorar y evitar el dolor. Pero que puedes hacer cuando distes tanto amor y ahora solo tienes recuerdos.

Patético, pero así son los rojaijos* que distes y perdisteis.

Significado
*Rojaijo: Te amo



#35726 en Novela romántica
#23149 en Otros
#7033 en Relatos cortos

En el texto hay: sentimientos, pensamientos, amor pasion

Editado: 21.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.