Fragmentos de Nosotros

Capítulo 7

El aula principal de 4to A estaba en el segundo piso. Cuando Darcy llegó, el lugar ya estaba casi lleno. La mayoría eran caras conocidas, pero ni Carter ni Ricky estaban ahí. Su salón era el B, así que solo los del A habían sido llamados.

Darcy escaneó el aula en busca de Lola, pero vio que Ginny ya se había sentado a su lado. Resignada, ocupó un asiento vacío frente al pupitre del maestro.

Mientras esperaban al profesor, el aula se llenó de voces y risas. Muchos se abrazaban y hablaban con entusiasmo, como si no se hubieran visto en meses. Era lógico: al ser cuarto grado, algunos compañeros habían tomado clases avanzadas para mejorar su libreta y obtener el beneficio de ingresar a una buena universidad o instituto. Los que no habían conseguido cupo, o simplemente no quisieron, se quedaban en las clases regulares.

Darcy estaba en la mayoría de cursos avanzados. Lola tenía mitad y mitad. Y, según recordaba, la mayoría de 4to A estaba en cursos regulares.

Justo cuando sacaba su cuaderno, un chico que no conocía entró al aula y se detuvo junto a su mesa.

—¿Te molesta si me siento aquí? —preguntó con voz tranquila.

Darcy alzó la mirada. Era alto, de complexión marcada, con cabello lacio que le caía un poco sobre la frente.

—Si quieres —respondió, encogiéndose de hombros.

Él tomó asiento y le tendió la mano con naturalidad.

—Mucho gusto. Soy Jackson Callaghan.

Darcy vaciló un segundo antes de estrechársela.

—Darcy.

No añadió nada más, y Jackson tampoco pareció esperar que lo hiciera. Solo asintió y desvió la vista hacia el frente, mientras el aula seguía llenándose de murmullos.

Jackson la miró por un momento antes de sentarse. Le resultaba familiar, pero tardó un instante en ubicarla. Solo la había visto en educación física, el único curso que compartían. En los demás, no coincidían, y eso llamó brevemente su atención.

Cuando estaba por entablar conversación, el profesor Gutiérrez ingresó al aula y el bullicio se desvaneció de inmediato.

—Buenos días a todos —saludó, ajustándose las gafas—. Lamento convocarlos de sorpresa, pero he tenido una charla con dirección y hay algunas cosas que debo comunicarles.

Darcy suspiró. No le gustaban estas reuniones inesperadas.

—Primero, la institución ha organizado un viaje educativo para conocer más sobre la historia de algunas ciudades que rodean Salt Lake. La visita será obligatoria tanto para los de avanzada como para los regulares, ya que en el examen de historia habrá preguntas sobre lo aprendido. Así que tanto el 4to A como el 4to B irán juntos.

Darcy maldijo en su mente. Justo lo que le faltaba: compartir viaje con Carter y Ricky. Solo esperaba que al menos no tuvieran que ir en el mismo autobús.

—El segundo punto es una decisión de dirección. Han notado que en 4to A la mayoría ha optado por clases regulares, mientras que solo unos pocos se han inscrito en avanzadas. Entre ellos, Darcy, Lola, Ginny, Roger y Vincent.

Al escuchar su nombre, Darcy apretó los labios con fastidio.

—Por ese motivo, dirección ha decidido que ustedes cinco sean tutores de al menos uno de sus compañeros, para darles apoyo y refuerzo. Esperamos que el entusiasmo por superarse y estudiar se contagie de esta manera.

Darcy maldijo de nuevo para sí misma. Odiaba la idea de ser tutora de alguien. Apenas hablaba con sus compañeros, Lola era su única amiga, quien en cambio tenía facilidad para socializar con todos.

—Por último —dijo Gutiérrez—, quiero informarles sobre el baile de fin de año. Como es costumbre, los chicos de 5to grado lo organizarán como una forma de despedida.

Un murmullo emocionado recorrió el aula.

—La temática elegida es una mascarada de Sol y Luna. Les avisamos con anticipación para que puedan ir pensando en sus trajes y máscaras en alusión al tema. Aún faltan seis meses, pero nunca está de más empezar a planearlo… además de elegir una cita para el baile.

Los susurros aumentaron, acompañados de risitas y miradas cómplices. Darcy solo suspiró, sin interés en el tema.

—Eso es todo —concluyó Gutiérrez—. Mañana temprano quiero saber quiénes serán los que acepten la tutoría.

Con eso, dio por terminada la reunión.

Darcy se quedó en su asiento, cruzada de brazos y con el ceño fruncido. Sentía que aquella reunión solo había servido para complicarle más la vida.

Después de un rato, salió del aula y bajó las escaleras rumbo a la cafetería, pero en cuanto llegó al pasillo del primer piso, lo vio.

Carter estaba apoyado contra los lockers, revisando su teléfono con expresión distraída.

Sin cambiar el rumbo, se acercó a su casillero, giró la combinación y sacó el paraguas que había quedado en devolverle.

—Toma —dijo, extendiéndoselo sin rodeos.

Carter levantó la vista y la miró con algo de sorpresa antes de esbozar una leve sonrisa.

—Pensé que te lo quedarías.

—Dijiste que te lo regresara hoy.

Él tomó el paraguas, asintiendo con un leve movimiento de cabeza. No dijeron nada más.

Justo en ese momento, un grupo bajó por las escaleras rumbo a la salida. Ezra, Sarah y Sofía pasaron por el pasillo, pero Sofía miró en su dirección con curiosidad antes de seguir su camino.

Darcy apenas lo notó. Estaba por girarse para irse cuando una nueva presencia apareció a su lado.

Jackson cerró la puerta de su casillero con calma y la miró.

—¿Podemos hablar un momento?

Darcy lo observó de reojo.

—¿Sobre qué?

—Las tutorías.

Ella exhaló un suspiro leve.

—Ve a la cafetería. Te alcanzo en unos minutos.




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