Fragmentos De Un Alma Rota

CAPÍTULO 1. BULIMIA

 

Capítulo dedicado a Melimart88, una gran persona dentro de este mundo naranja

Si os soy sincera nunca he sido de esas chicas con el peso normal. Desde pequeña siempre me han acompañado unos kilos de más. Kilos que nunca llegaron a molestarme hasta que llegó la adolescencia, la etapa de los cambios.

Muchos sabéis que la adolescencia no es una etapa fácil; pues llega un momento en que nos empezamos a sentir acomplejados por nuestro cuerpo. Nos sentimos extraños, como si estuviésemos atrapados en un cuerpo que no es para nada el muestro. Y en este punto es donde comienza mi historia.

Era el primer día de instituto, y lo que debería considerarse como un gran día acabó como uno de los peores. Los grandes culpables fueron la parejita del momento: Alex García y Olivia Noya. A vosotros va dirigida esta historia.

Bueno...era el primer día de instituto, y yo como la gran mayoría en esta situación me encofraba por un lado nerviosa y por el otro entusiasmada. Me miré miles de veces al espejo aquella mañana, tratando de encontrarme segura conmigo misma. Al final me decidí por un vestido al que le tenía mucho aprecio; pues me lo había regalado mi abuela antes de morir. Era un vestido sencillo, de manga corta, ajustado en la parte superior y con vuelo en la cintura y de estampado floral. En definitiva, era mi vestido favorito. Aún recuerdo las palabras de mis padres gravadas en mi memoria "Pero mira que hermosa va nuestra niña hoy". Palabras que fueron ensuciadas por vosotros.

Me encontraba en el pasillo, abarrotado por los estudiantes que trataban de encontrar su aula. Los iba esquivando con cuidado, tratando de no golpearlos ¿Pero cómo puedes evitar un choque en un lugar tan concurrido? La respuesta es muy sencilla, y esta vino/surgió de tus labios Olivia, después de que accidentalmente chocará contra vosotros.

-Eh cuidado, mira por donde vas- me dijiste antes de darte la vuelta y mirarme de arriba a abajo con asco y prepotencia - Bueno, a decir verdad, por mucho que mires es imposible que no tropieces con nadie. Permíteme que te lo diga yo; pero te sobran algunos kilos para ponerte un vestido así.

No te puedes imaginar el dolor que esas palabras causaron en mi en ese mismo instante. Dolor que se incentivó con tus palabras Alex, palabras dirigidas a mi oído.

-Es cierto que se llevan las mujeres con curvas; pero las curvas tienen que estar bien proporcionadas - luego os fuisteis agarrados de la mano y con una sonrisa en vuestra cara.

Me quedé completamente sola en el pasillo, sintiendo como las lágrimas querían brotar de mis ojos. Es increíble como algo que en principio puede parecer insignificante/irrelevante como un copo de nieve, con el paso del tiempo puede desencadenar una gran avalancha.

¿Pero sabéis que es lo peor de esta primera historia? Lo peor fue que al llegar a casa me miré nuevamente al espejo, y la chica que en principio se veía bella, pasó a verse llena de complejos. Su vestido favorito y más querido pasó a ser una sombra en su armario. Un armario convertido en un refugio de esos alimentos que solemos llamar basura.

Y si, es así como empezó mi etapa de bulimia, con un simple comentario que se acabó repitiendo día a día en boca de varios de vosotros, mis compañeros.

Lo que empezó siendo como un grano de arena, acabó estallando en forma de un trastorno de alimentación. Deseosa por perder esos kilos que todos afirmabais que me sobraban, me impuse a mi misma una limitación de alimentos. Esta, me llevó a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos, que terminaba expulsando de mi cuerpo a través de un vómito provocado. Ah, pero esto solo es una de las caras de la moneda de las consecuencias de la bulimia.

Tengo que deciros que los bulímicos solemos evitar los lugares en los que hay comida por lo que procuramos comer solos. ¿Y a qué conlleva esto? A comportamientos asociales, en los cuales solemos aislarnos. Conclusión, no solo me volví bulímica, sino que también acabé perdiendo a mis amigas.

Vuestra gran suerte es que soy parte de ese 40% de los casos de bulimia que suele salvarse. Si mis padres no se hubiesen percatado de mi estado, jamás habría recibido la ayuda psicológica y médica necesaria. Bueno supongo que eso para vosotros sería una gran ventaja ¿No? Ya que así no chocaríais más con la gorda de Valeria. Pero lamentablemente sobreviví y me recuperé de la bulimia; pero no de vuestros comentarios. Comentarios que abrieron la primera brecha en mi alma, que a día de hoy se encuentra fragmentada en miles de pedazos.

Y así es como la primera historia finaliza, dando comienzo a una serie de sucesos encadenados que acabaron a día de hoy conmigo tomando la decisión más difícil de mi vida.



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En el texto hay: drama, bulimia, acoso escolar

Editado: 04.03.2019

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