Todo parecia tan genuino, el mundo se detenia cuando todos la contemplaban, era sumamente atrapante, casi como un pecado.
Poseia, segun decian, la belleza otorgada por los Dioses, aunque otros creian que no era mas, que el fruto del diablo. No habia explicacion.
Cada hombre del pueblo la deseaba, algunos mas que otros, las mujeres envidiaban lo que esta generaba, nada mas que un puñado de estas intentaban ser sus amigas. Isabella McVein , era el centro de Ravens Ville.
Si ella te hablaba directamente, eras un privilegiado; y pese a sus encantos, yo sabia como era en realidad. El mal encarnado, la fruta de la discordia.
Eterna como los mitos que recorren el planeta, oscura como la profundidad del oceano mas grande y aterradora como el mismisimo Satan. Efectivamente no era un ser natural, lo habia descubierto ya hacia meses.
Al ser tan invisible consigues obtener algunas ventajas, a lo largo de mi vida, he sentido que esa mujer no era buena, poseia un poder enorme, con la capacidad de adaptarse a los tiempos de cada lugar en el que vivia, simulando en ocaciones, atravesar las etapas de la vida.
Pero aqui fue diferente, parecia adorar este pueblo, vivia en la colina casi al final, una casona victoriana, hermosa y tenebrosa, usaba vestidos unicamente y no habia uno que no cayera a sus pies.
Una noche de verano, me acerce a su ventana y alli comprobe mis temores. Se alimentaba de los habitantes, les quitaba la voluntad, eso explicaba el por que de todo, nadie la cuestionaba, nadie mas que yo la rechazaba.
Alli estaba ella, tumbada sobre el cuerpo inmóvil de un tipo que desconocía, tenia sus manos al rededor de su cabeza recitando alguna especie de cantico en un idioma que no comprendia.
A cada palabra su sonrisa parecia ensancharse, desde mi angulo asi se veia, hasta que elevo su cabeza levemente y dejo ver su verdadero rostro. Sus ojos eran no mas que dos cuencos oscuros, un negro azabache, su piel lucia como el hielo, sin tono, sus labios eran escarlata como la sangre y unas grietas se abrian paso bajo su cutre mirada.
Dirigió su vista hasta mi, e inconcientemente.
Presa del terror.
Cubri mi boca a medida que un grito salia de mi garganta.
Di unos pasos hacia atrás torpemente, chocando con los arbustos y rocas que yacian en su jardín delantero.
Inclino su cabeza como afinando sus sentidos, levantándose lentamente camino hasta la ventana.
Su vestido comenzo a rasgarse, lo que antes era una bella pieza de cóctel ahora solo se desintegraba con cada paso.
Mi cuerpo temblaba, mi mente temblaba y el llanto se atoraba en mi pecho, el sollozo del panico estaba a punto de salir.
Gire rápidamente sobre mis talones e inicié una carrera hacia el pueblo.
Mire sobre mi hombro cuando oi el estallido del cristal; habia saltado hacia afuera agazapandose cual depredador.
Grite, fuertemente.
Movia freneticamente mi cuerpo.
Un quejido gutural salio de Isabella y luego de eso un aleteo movio las copas de los arboles y por mi distracción cai de bruces al frio suelo de tierra.
Me coloque rápidamente sobre mi espalda y empujaba mi cuerpo con mis débiles piernas.
Mi respiración era esporádica.
Mis ojos goteaban sin cesar.
El corazon me latia con tanta fuerza que podia oir su golpeteo despavorido.
Preste atención a su figura; ya no era la dulce imagen de la tentación, no poseia la apariencia de una inocente mujer.
Su cuerpo era del mismo tono de su cara, sus brazos estaban conectados con alas, sus manos se extendian con unas garras que seguramente me atravesaria el pecho si no me movia mas rapido.
Sus pies estaban descalzos, eran enormes, animalados.
Volvi a su cabeza y su cabello parecia un manto de oscuridad sobre ella.
Una sonrisa tenebrosa se asomó y susurro.
.-"Al fin seras mia " lo hizo casi imperceptible pero juro que oi su voz llegar a mi alma y razgarla.
Tomo mi rostro, miro directo a mis ojos .
Y luego…
Todo se volvio negro.
Nada.
Inexistencia.
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Este es uno de los primeros relatos/cuentos que escribo del genero terror.
Por esa razon es muy importante para mi si ustedes mis queridos lectores me dijeran, que les parece.
Si tienen alguna critica constructiva, si debo cambiar algo de mi manera de narrar.
As always : Tu opinión me ayuda a crecer como autora.