Rianuhn continuaba en el suelo, recibiendo todos los golpes que Shixed le lanzaba, estaba débil. podía sentir su sangre derramando el césped, como su fuerza se volvía cada vez más escasa. Cada golpe de Shixed era más fuerte que el anterior. Sin embargo, no podía permitirlo, no podía permitir que ella ganara.
Rianuhn tomó uno de los puños de Shixed en el aire, podía sentir como ella intentaba zafarse de su agarre, sin embargo, él era mucho más fuerte que ella, su brazo era una piedra inamovible. Con su otra mano Rianuhn logró golpear un costado del rostro de Shixed.
Esto la desconcertó, cayó ante el primer golpe, jamás había recibido un golpe de él y no pensaba que fuera tan potente y penetrante. Sentía que había sido arrollada por un tren mientras ella se mantenía quieta en las vías. Mientras intentaba incorporarse Rianuhn se levantaba del suelo.
primero tomó uno de los arboles que se encontraban incrustados en su pecho y logró arrebatarlo como una astilla. Luego otro que se encontraba en su hombro, el dolor era imponente, pero el podía resistirlo. No apartaba su mirada de su hija que soportaba el peso de su cuerpo con ambas manos, se había mareado con solo un golpe. Hasta él había sentido el crujir de sus huesos en sus nudillos. Tenía que hacerlo, debía enseñarle quién era él.
Continuaba despejándose de los arboles incrustados en su anatomía y con una de sus manos extrajo otro árbol que se encontraba a su derecha, debía pagarle con la misma moneda. Shixed continuaba de espaldas, observando el césped, sintió la penumbra a su espalda así que rodó sobre su cuerpo, justo a tiempo para que el árbol que iba a ser incrustado en ella fuera destrozado contra el suelo. Rianuhn gruñó.
Shixed logró ponerse de pie.
—¿Usar tu fuerza contra mi? —la voz de Shixed sonaba como 4 voces distintas pero el unísono—, ¿Qué tan desesperado estás?
—¿Crees que tengo miedo? —Rianuhn irguió su espalda haciéndolo ver más grande e impotente, sus músculos se habían tensado y sus manos se transformaron en puños—, estoy sangrando, no sudando.
Rianuhn se acercó a ella y antes de que lograra lanzar el primer golpe, Shixed cubrió su rostro con sus antebrazos para atajarlo, Rianuhn con uno de sus puños logró fallarlo, sin embargo, el otro puño logró caer encima de su estomago. Shixed perdió el aire con solo ese golpe, liberó una tos seca y arqueó su cuerpo por el dolor.
Otro golpe logró dar contra su mejilla, estaba a punto de caer al suelo cuando Rianuhn la tomó del cuello y la lanzó contra la hilera de arboles. En el transcurso de su caída varios de los pinos lograron quebrarse por la increíble fuerza de Rianuhn y el peso descomunal de Shixed.
Ella no podía más, sentía su cuerpo pesado, estaba agotada con solo recibir unos cuentos golpes. intentaba abrir sus ojos, pero sus parpados eran pesados.
Antes de que lograra hacer algo, Rianuhn ya estaba corriendo en su dirección, la tomó de nuevo del cuello y la levantó del suelo, no podía respirar, no podía pelear más.
—Debí haberte matado junto con tu madre —vociferó Rianuhn.
Rianuhn tomó otro árbol por su tronco y sin pensarlo dos veces lo incrustó en el cuerpo de Shixed. Un corte desgarrador y sucio. La sangre negra comenzó a esparcirse por todos lados, incluso manchando el torso de Rianuhn. Shixed intentaba gritar, pero no podía. Sentía un dolor descomunal atravesando su cuerpo, no podía soportar más.
Rianuhn liberó el árbol que había atravesado todo el cuerpo de Shixed y esta vez solo quedo un hoyo en su cuerpo. Liberó el agarre del cuello porque ya no valía la pena sostenerla, ya estaba caída. Él permaneció de pie viendo como Shixed cayó el suelo rendido, su cuerpo comenzó a volverse más y más pequeño, estaba volviendo a su cuerpo natural.
La sangre no dejaba de brotar, el hoyo continuaba en su torso, no había tripas por sacar, o estomago que esparcir por el suelo ya que todo había sido pulverizado.
Shixed era una hormiga comparada a el tamaño de Rianuhn. Él cerró los ojos permitiendo que su gran tamaño se redujera, tratando de volver a ser humano por un momento. Volvía a tener su traje gris con camisa blanca, su cabello negro era liso y cubría gran parte de su frente, sus ojos azules eran penetrantes y demostraban malicia y oscuridad con solo verlos.
—Deja de exagerar —Rianuhn pasaba sus manos por las hombreras de su traje limpiando el traje de astillas y sangre—, no estás muerta y te consta.
Shixed intentaba respirar, sin embargo, le costaba. Pero él tenía razón, aun no estaba muerta, no le habían cortado la cabeza y tampoco le habían atinado al corazón. Podía sentir como su cuerpo comenzaba a construirse por sí solo.
—Tú... no... eres... mi... —Shixed tragó saliva, o sangre.
Quería decirle que no era su padre, que no merecía tener ese sobrenombre por ninguna de sus hermanas. Ni siquiera sabía el significado de ser un buen padre.
—Devuélveme lo que por derecho es mío.
—N-No —intentó responder Shixed.
Rianuhn chasqueó la lengua, desvío la mirada tratando de encontrar la paciencia que no tenía, y volvió a mirarla.
—Ya me estás cansando.
Los órganos de Shixed fueron regenerando de poco a poco, el dolor continuaba presente, pero al menos podía hablar con más claridad.