Frascos
Fue entonces cuando la criatura le mostró los dos frascos a la mujer, indicándole que eligiera uno.
- Escoge, humana - dijo la criatura. Sólo podrás hacerte de uno. Medita bien tu elección.
La mujer pasó la mirada con el ojo que le quedaba de un frasco al otro, sin saber por cuál decidirse.
- Tal como te lo había indicado, este frasco contiene la vida que le fue arrebatada a tu hijo - dijo la criatura. Si eliges este, esa vida le será devuelta, pero perderás ese ojo, tal y como fue con el otro, el cual perdiste tras los golpes que te dio aquel que fue tu esposo, quien el mismo día que hizo eso, mató a tu hijo; pero el culpable perderá ambos brazos y las pierna, teniendo que pasar el resto de su vida así.
La mujer recordó aquel día, cuando aquel que fue su esposo los golpeó a ella y su hijo, provocando con ello la pérdida de su ojo y la muerte del pequeño.
- El otro frasco contiene la vida de tu padre - dijo la criatura. El anciano que murió de tristeza tras la muerte de su nieto y el daño que su propia hija recibió. Si eliges este frasco le será devuelta la vida a tu padre y al contrario del otro, recuperarás tu ojo, pero aquel que mató a tu hijo recibirá una vida de dicha, sin que tengas la posibilidad de vengarte de manera directa o indirecta.
Ahora dime, ¿qué frasco eliges, humana?
Tras meditarlo bien, la mujer tomó uno de los frascos que la criatura le ofrecía y lo abrió.
Fin