Que pena México querido que tus hijos agredan a tus combatientes.
Que pena que las batas blancas y las profesiones que fueron respetados hoy sean mansillados por gente ignorante.
Que pena que el ser médico o enfermera o trabajar en salud ayer haya sido visto como algo muy respetado y hoy sea atacado por la ignorancia del ser humano.
Que pena México querido que en otros países aplauden y en tu tierra atacan a tus combatientes.