Dice el ruiseñor en su canto que mil poesias no describen tu belleza y no hay cenzontle que logré describir tu hermosura o quetzal que con su bello plumaje pueda imitar tu alma amorosa y cálida.
El colibrí revolotean en las rosas y no sabe cómo alimentarse así mi alma buscaba alimento antes de encontrarte.
Y viaja la paloma buscando que decir en su blanco plumaje y ni con su blancura logra imitar la pureza de tu alma.
Describe el vuelo del la golondrina lo rápido que haces palpitar mi corazón y no logra pese a su agilidad dibujar en el aire el suspiro que de mi alma arrancas tu.
Dicen mil aves envidiarte, pues ninguna a sabido plasmar lo hermosa que eres tú.