La palabra café proviene de Etiopía de una región llamada kaffa larga es la historia y el poema es corto el café a formado parte de mis poemas, bebida viajera en noches de desvelo en momentos de romance que son alegría o tristeza.
El café me ha dado infinidad de cosas palabras hermosas en una cálida tasa con aromas insospechado que estimulan mi mente y calientan mi corazón.
Esa tasa de tierna asa que me acompaña en mis noches y me inspira el corazón esa que llena con cada letra se vacía y se con vierte en poesía de un poeta con desvelos llenos de amor, de palabras dulces que desean desbordarse en papel muerto que se llena de vida y se inspira en un amor lejano no conocido pero imaginado.
Y así queridos lectores cerramos este poemario llenado de inspiraciones escrito con pluma vulgar y loca, sin verso pero con prosa, sin métrica pero con el alma llena de amor y la mente rebosante de palabras con locura.
Así mi tasa de café me acompaña y agradece a los lectores el tiempo robado, pido disculpas si te he asaltado robandome parte de el que es tan bendecido y siendo como he sido un poeta inspirado uno que con su tasa de café hace su reverencia para agradecer quien ha llegado al fin de esta humilde obra.