Miro el reloj por primera vez desde que llegue al parque. Ya han pasado 3 horas desde que pille a mi padre con otra mujer. No he podido dejar de pensar por qué lo ha hecho. Puedo imaginar que esto no es algo nuevo, si no que lleva ya un tiempo ocurriendo.
Intento ponerme en su lugar para comprender por qué lo ha hecho. Sabía que el matrimonio de mis padres estaba roto totalmente pero no se me paso por la cabeza la posibilidad de la infidelidad, por ninguna de las dos partes. Estamos hablando de romper una familia con hijos a los que todo esto les puede afectar. La verdad es que nunca he comprendido porque no se han separado. Sé que posiblemente sea para no armar un escándalo entre sus conocidos, como si todavía viviésemos en los años 50, pero quizás así se evitaría hacer tanto daño.
¿Debería decírselo a mi madre? Sé que entre ella y yo no hay una buena relación, pero…
Mi teléfono se ilumina en mi mano con el nombre de mi hermana parpadeando. No es hasta que levanto la cabeza cuando me doy cuenta de que dos lágrimas caen en mi brazo.
Inevitablemente me paso la mano por los ojos mientras sorbo por la nariz. Joder, esto es tan atractivo.
Carraspeo y contesto al teléfono.
–Hola, enana– le digo intentando que no se note el temblor en mi voz.
–Hey. - dice y hace una pausa. - ¿Podrías venir a buscarme? - pide nerviosa.
–Claro. Dime donde estas. - contesto levantándome del banco y yendo hacia el coche.
–Ya, bueno, ese es el problema. -le entra una risa nerviosa cuando lo dice. - Estoy a un par de calles del centro comercial, pero no estoy muy segura de cuál es la que me lleva a él.
–Vale. - digo preocupada. - ¿Pasa alguien por la calle? - Ya se está haciendo de noche y no me gustaría que se quedase sola en una calle que no conoce y que no la transita nadie. - ¿Podrías preguntarle la calle a alguien?
– Si, a lo lejos viene una mujer. Le pregunto y te la envió en un mensaje.
–Vale, pero no me…–colgó. - cuelgues.
Suspiro y arranco el coche en dirección al centro comercial. Cuando me envíe la dirección la meteré en el móvil y pondré el modo GPS.
El mensaje no tarda mucho en llegar. Vuelvo a respirar tranquila cuando veo en la calle que se encuentra. Es residencial y tiene un par de tiendas de ropa que espero que todavía sigan abiertas, porque a estas horas no suele pasar mucha gente por ahí.
En diez minutos estoy en frente de Leah esperando a que se despida de la chica con la que hablaba.
–Hola. - dice cuando entra. - Muchas gracias por recogerme. - Se inclina y me da un beso en la mejilla.
–No hay de qué. - le digo. - Pero, por favor, ¿puedes explicarme como antes estabas acompañada por Charlie y ahora estabas sola en una calle que no conocías? - Leah se ríe y eso me lleva a pensar que está nerviosa.
–Es gracioso. - me dice y yo empiezo a dudarlo. - Después de la película, Charlie me invitó a su casa– no me gusta por donde va esto– Yo le dije que sí pero cuando íbamos a entrar, se encontró de lleno con sus padres y yo salí de la casa sin que se dieran cuenta. Charlie no se ha podido escapar.
–Vale, solo una preguntita de nada. ¿Qué pensabas hacer en su casa? - pregunto histérica.
–No lo que tú piensas. Me quería enseñar a jugar a la play– me dice inocentemente.
– ¿Cuantos años tenía?
–17– La miro sorprendida. - Yo casi tengo 15 así que no hay tanta diferencia.
–Leah, los chicos de 17 años tienen en la cabeza una sola cosa. Sexo. -le explico– Mientras que las chicas de 14 años están empezando a experimentar con los chicos. Besos, mimos, las primeras fiestas juntos.
– ¿Qué me quieres decir con esto? - pregunta– ¿Qué Charlie se quería acostar conmigo?
–A ver, yo no conozco al chico, pero ya es raro que un chico de 17 salga con una de 14. Además, si solo te quería enseñar a jugar a la play lo podía a ver hecho con sus padres en la casa. Cuando lo que busca es que la casa este vacía…pues te hace pensar. - Cuando veo la desilusión en su cara temo haber sido muy dura. - Eso no quiere decir que no le gustes ni que dejes de quedar con él. Solo ten más cuidado y haz lo que tú quieras, y aquello con lo que te sientas cómoda, sin presiones. Aunque me parece que eres muy joven para todo lo relacionado con chicos. - digo riendo consiguiendo que ella también lo haga.
Hasta que no llego a casa no me doy cuenta de que me había olvidado completamente de la infidelidad de mi padre.