5. Presentación en sociedad

POV DYLAN

La casa poco a poco va tomando forma y ya se respira el aroma a fiesta. Estamos colocando los 3 barriles de cerveza que Ryan ha pedido cuando Eddie y Rose vuelven.

– Me tienes que enseñar esos zapatos.- dice Eddie mientras entra en casa. Los pasos de ambos se acercan al salón y mi respiración se empieza a acelerar.

–Antes me tienes que enseñar esa blusa.- replica Rose.- Hola, Dylan.

Les saludo con la mano y una sonrisa estúpida en la cara. La borro en cuanto Eddie me mira raro.

– ¿Qué tal ese conjunto arrebatador, Eddie?- le pregunto mientras pongo las botellas de alcohol en la mesa grande.

–Bueno…– se tira en el sofá poniendo las piernas encima de la mesita.- Hemos acabado con 2 conjuntos arrebatadores para mí y uno deslumbrante para ella.- mi mirada se desplaza rápidamente hasta ella, ¿deslumbrante?

–Está exagerando, es solo un vestido.- dice Rose mientras se sienta a su lado. Vuelvo a retirar la mirada cuando Eddie me escudriña. Carraspeo y vuelvo a lo mío.

–Es un vestido super sexy, “sexy” subrayado y con letras de neón.- explica Eddie mientras hace la forma de un cartel con sus brazos.

Rose y Eddie se ríen y empiezan a hablar en susurros. Carraspeo para hacerme notar consiguiendo que ahora se centren en mí.

– ¡Oh, es verdad! Dylan, ¿En qué te podemos ayudar?- pregunta Rose

– ¿Podemos?, querrás decir “puedes”, cariño– dice Eddie riendo mientras se dirige a las escaleras.

–Pues supongo que solo yo. ¿En qué te ayudo?- Rose deja la bolsa con el vestido super SEXY– subrayado y con letras de neón, claro– en el sofá. La tentación.

–Puedes ir sacando los vasos

Rose se dirige sonriente a la cocina mientras yo termino de echar las patatas en los cuencos del comedor. Se supone que Ryan está terminando de colocar los barriles y los demás deberían estar recogiendo.

Termino con la tarea de los cuencos y veo que Rose esta de espaldas a mí. Es mi oportunidad. Si corro, podré ver el vestido.

En cuanto la bolsa esta en mis manos, algo golpea mi cabeza. Me giro hacia Rose soltando la bolsa y masajeándome la cabeza. Me mira con el ceño fruncido y con un paquete de vasos en la mano. En el suelo hay otro paquete de vasos.

– ¡Serás bruta!- le digo riendo. Ella se acerca, recoge los vasos y se lleva su bolsa.

– ¡Cotilla!- dice mientras sube las escaleras.

Ryan aparece en el salón riéndose.

– Lo has hecho muy bien, chaval– me dice Ryan dándome una palmadita en la espalda.

Voy a la cocina y termino de colocar los vasos en el salón. Los pasos de Rose resuenan por el pasillo y cuando levanto la mirada, la veo sonriendo hacia mí.

– ¿Cuelgo a Dora?- pregunta colando los brazos en sus caderas y mirando al techo.

Es tan natural…

– Si, tienes la escalera ahí– le digo señalando el hueco en la cocina. – Tenemos un gancho ya puesto al lado de la entrada del salón. Si necesitas ayuda, grita ¡Sexy!

Rose se ríe mientras se sube en el último escalón de la escalera. Voy a la cocina para tirar los envoltorios de los paquetes y cuando vuelvo Rose parece que está haciendo acrobacias en las escaleras. Corro hacia ella para evitar que se caiga.

– ¿Qué haces?- me dice tan tranquila desde la escalera con un solo pie apoyado en ella.

– ¿Has salido del circo? Pensaba que te ibas a caer.- Rose se ríe y me mira.

– ¿Así está bien?- Pregunta

–Está perfecto. Aquí toda esta listo, si quieres ya puedes subir para arreglarte.

–Le preguntare a los demás si necesitan algo más y si no empezaré a ponerme guapa.- dice con una sonrisa

Se baja de la escalera y se acerca a la mesa donde están las patatas para coger unas cuantas e irse corriendo como si hubiese hecho una trastada.

Esta chica solo lleva unas horas aquí y se ha integrado totalmente, es más, creo que va a traer cosas buenas a esta casa.

POV ROSE

Después de que los chicos me dijesen que no me necesitaban subí a mi habitación para empezar a arreglarme.

Cogí el móvil para avisar a mi madre y a mi padre que ya había llegado. Con el desayuno y luego las compras se me había olvidado. También le escribí a Claire para contarle lo que había pasado durante el día, y sobre todo para decirle que voy a vivir rodeada de hombres, su sueño hecho realidad.