Los chicos se empiezan a levantar después de que Jayden nos invitase a todos a desayunar. La camarera les pone ojitos a todos ¡Pero si le has dado el teléfono a Jayden! – le grito en mi interior.
Salimos al aparcamiento donde Luke y Josh comparten un cigarro.
– Un mal hábito.- dice Josh mirándome cuando ve que los miro con el ceño fruncido.
– Mi hermano me ha escrito un mensaje.- digo en voz alta.
– ¿Tienes un hermano?- preguntan todos a la vez.
– Un hermano mayor y una hermana pequeña. Soy la mediana.- digo como aclaración. Todos asientes y siguen a lo suyo.- Me ha escrito para decirme que viene a verme– interrumpo de nuevo. Luke se pone a toser expulsando todo el humo. Los chicos se miran entre ellos. ¿Qué les pasa?
– ¿Tu hermano era el pequeño o el mayor?- dice Leeroy preguntando por todos. Me miran expectantes y comprendo el porqué de su revuelo.
– El mayor.- respondo sonriendo. Sus caras van perdiendo color.- Es un poco sobreprotector con mi hermana y conmigo, pero no tenéis que preocuparos. Solo pegó a uno de mis ex–novios y fue porque pensaba que estaba abusando de mí.- digo encogiéndome de hombros– Después hablamos sobre el tema y él se relajó en relación a los chicos con los que salía.
– ¿Qué pasó para que pensara que estaba abusando de ti? ¿Deberíamos salir huyendo? – pregunta Jeffrey.
– Me estaba haciendo cosquillas y yo no paraba de decir que parase. Él estaba encima de mí, ambos sin camiseta y él me había cogido los brazos con una mano para que no pudiese pararle. Se malinterpretó todo. Él me dejó después de que mi hermano le diese un par de puñetazos.
– Menudo drama.- dice Eddie.- Me encanta.
– No has respondido a la otra pregunta ¿Huimos?- dice Mike
– Mi hermano pensará que habrá más de una chica en la casa y se llevará una sorpresa cuando vea que no es así. Puede que se altere un poco pero seguro que con vuestro carisma no habrá ningún problema. Yo no os conozco mucho y ya me siento como en casa, seguro que a él le pasa lo mismo.- digo con una sonrisa tímida. Los chicos me sonríen y sus rostros se relajan.
– Contigo es fácil.- dice Shane poniendo un brazo sobre mis hombros.
– Llegará sobre las cuatro justo para comer.- les digo.- Yo cocino, no quiero molestaros. La verdad es que a mí también me ha pillado por sorpresa que viniese.- digo mientras me retuerzo los dedos. No llevo ni un día y ya estoy trayendo a gente a su casa…bueno, ahora también la mía.- Simplemente quiere saber cómo estoy y porque he venido aquí. No os molestará.
– No pasa nada, Rose.- dice Dylan.- Nos gusta tener gente en casa.
– ¿Por qué estás aquí?- pregunta Ryan. Yo frunzo el ceño.- Dijiste que eres de Florida y ahí hay una facultad de Derecho y aunque no la hubiese, hay sitios más cercanos que este así que ¿Por qué has venido hasta aquí?- dice aclarando.
– Es una larga historia.- digo con una sonrisa triste. Espero que deje el tema, no me apetece hablar de esto ahora.
– Espero que nos la cuentes– dice.- Quizás sería un buen momento después de que se vaya tu hermano.- insiste. Hago una mueca ¿Por qué no puede dejarlo? Yo no sé porque están ellos aquí. He venido a estudiar. No me importa contarles que entre mi padre y yo hay un muro enorme que poco a poco se va cayendo y que mi madre pasa de mí, solo de mí, no de mis otros hermanos. Todos hablan de sus familias y de lo geniales que son y aunque yo no vivo un drama sé que su primer pensamiento será de compasión hacia mí. Lo viví en el instituto y no era agradable, si lo puedo retrasar lo máximo posible, mejor
– No la agobies.- dice Dylan molesto con el ceño fruncido.- Nos lo contará cuando ella quiera.- Los labios de Ryan se convierten en una fina línea. Puede que al fin y al cabo Ryan y yo no hubiéramos empezado de cero.
Hace rato que Josh y Luke se han terminado el cigarro así que nos vamos cada uno a nuestro coche como si no hubiese pasado nada. Ryan sigue molesto y ninguno de los chicos habla. Esto es muy incómodo.
Dylan me vuelve a dar indicaciones hasta que llegamos a la casa. Cuando cierro la puerta del coche Ryan me coge del codo y me aleja del grupo mientras yo lo miro extrañada.
– Lo siento.- me dice y se pasa una mano por la cara.- Esta no es mi mejor semana y me altero con facilidad. Además llegas tú y eres como una matrioska y yo solo quiero conocerte.- dice. Abro los ojos y él se ríe.- No en ese sentido– dice riendo– ósea eres muy guapa y graciosa pero simplemente me pareces intrigante.