Fraternidad mixta...¡una Mierda!

10. La mejor fiesta de pijamas del mundo.

Miré mi reflejo en el espejo, el pijama me iba un poco grande pero casi no se notaba. No pude evitar reírme, la situación resultaba surrealista. Probé a ponerme la capucha de la que salía una especie de pico naranja de tela, era fabuloso. No podía esperar a que Josh nos llamara para poder ver a los demás con sus pijamas. Esto iba a ser súper divertido.

Josh toco la bocina acompañándola de un grito. Todos vamos a estar vestidos con monos de pijama de animales. Compró los pijamas para esta noche y según nos dijo escogió los que le habían parecido más graciosos .Yo voy de pingüino y la verdad es que estoy súper mona y graciosa.

Salgo de la habitación y me encuentro con un león, una serpiente y un cerdo. Nos miramos intentando disimular la risa y bajamos las escaleras sin decir nada. En el salón se encuentran otro tipo de mascotas, entre ellas un perro, una cebra, un mono, y un pavo real. Esta casa es la nueva arca de Noel, bueno, en este caso de Josh.

Mike va de loro; Eddie de conejo; Luke de perro; Jeffrey de cebra; Leroy de pavo real; Jayden de tigre; Shane de serpiente; Dylan de cerdo; Ryan de león; Josh de jirafa y yo de pingüino.

– Como ya he dicho antes vamos a hacer una fiesta de pijamas.- dice tirando de una tela que tapaba una pancarta en la que pone “Fiesta de pijamas I”, es decir, que habrá más de una. Me encanta.- Nos haremos fotos, comeremos, veremos una peli y alguna cosa más que tengo planeada. Por cierto, no os vais a quitar los pijamas hasta que acabemos.- Los chicos bufan y se quejan mientras yo aplaudo emocionada

Luke nos dice que cojamos sitio en el sofá y en el suelo para ver la película y que la cena llegará en 5 minutos. Los chicos se levantan empujándose y corriendo hacia el sofá, yo sigo directamente a Josh para ayudarle con las cosas que faltan. Es todo un detalle que haya comprado los pijamas de todos y haya preparado la casa en tan poco tiempo, lo mínimo es ayudarle.

– ¿Te ayudo?- digo inclinándome en la isla de la cocina.

– No hace falta, pequeña.- me dice mientras carga los platos con los vasos encima y cervezas en la otra mano. Suspiro y me acerco a él cogiendo los vasos y los platos.

– Gracias.- dice con una sonrisa. Empiezo a andar hacia el salón cuando me llama.- Rose, solo un momento.- dejo las cosas encima de la isla con ayuda de Josh y le miro interrogante.- El año pasado la relación que teníamos entre nosotros no fue mala pero si un poco individual. Nos preocupábamos por nosotros mismos y las pocas cosas que hacíamos juntos eran las fiestas de casa, dormir y comer. Digamos que estábamos por grupos. Cuando Mike nos dijo, hace dos semanas, que alguien quería entrar en la casa. Durante el verano ya hablamos de estar más unidos pero al llegar aquí la cosa no cambio mucho y fue cuando vimos tus mensajes con tu foto que empezaron a haber cambios.- dice y yo frunzo el ceño.- Sé que puede parecer raro pero al saber que alguien se iba a unir a nosotros, nos emocionamos. Empezamos a hacer planes todos juntos, para irnos de excursión, montar una fiesta de bienvenida. No sé cómo, pero incluso antes de conocerte ya nos estabas uniendo y ahora que estas aquí, puedo ver el cambio en primera persona. Viniste aquí con una sonrisa y desde el primer momento diste el 100% para ser parte de nuestra pequeña familia. Muchos de nosotros somos amigos desde la infancia y no era agradable ver cómo nos separábamos, así que gracias. Gracias por aparecer y ser nuestro pegamento.- Notaba la humedad que se había formado en mis ojos cayendo por mis mejillas. Me lancé hacia Josh para darle un abrazo de oso.

– Me das tú a mí las gracias cuando es totalmente al revés. No sabes lo que me habéis ayudado, lo cómoda y arropada que me siento. Nunca me había sentido de esta forma, así que si alguien tiene que dar las gracias aquí soy yo a todos vosotros.- le digo abrazándonos.

– Algún día nos tendrás que contar porque nunca te has sentido así. Me da la sensación de que llevas un poco de peso en la espalda y que por eso estas aquí.

– Podríamos hacer noche de confesiones.- le propongo limpiándome la nariz con la manga y sonriéndole.

Sexi

– ¿Vamos a alimentar a los cerdos?- dice Josh llenando boles de palomitas y ganchitos.

Cogemos los platos y las cervezas y las repartimos entre los chicos, los cuales ya están colocados entre el sofá y el suelo. Observo que solo queda un sitio en el suelo, ¿Cómo nos vamos a sentar Josh y yo?

Terminamos de llevar toda la comida, incluidas las 7 cajas de pizza que han pedido y acaban de llegar. Los chicos me miran como si estuviera loca cuando les digo que pienso que es mucha comida. “Hemos pedido menos pizzas porque tenemos palomitas y aun así puede que nos hayamos quedado cortos” me dijo Dylan.

Voy a sentarme en el sitio del suelo cuando Josh se me adelanta.



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En el texto hay: sexo, amor, amistad

Editado: 16.09.2019

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