Frente A Nosotros

CAPÍTULO 4. Chismes y fantasmas.

El martes comenzó con la misma lista de pacientes pegada en la nevera y el mismo café amargo que le gustaba a Jules. Pero algo flotaba en el aire: Clara estaba más parlanchina de lo habitual.

—Oye —dijo, mientras ordenaba jeringas en una bandeja—, ¿te has fijado en Leo?
Jules levantó la mirada.

—¿Quién?
—Leo. El ayudante del diseñador de enfrente. Es… no sé, interesante. Aunque no hablamos casi nada.

Jules se acomodó las gafas para leer un historial.

—¿Y a mí por qué me cuentas esto?
—Porque me encanta chismear contigo y porque quiero saber si tú… bueno, si hay alguien que te guste después de lo de... Ya sabes.

Él se quedó en silencio un instante, dejando la carpeta sobre el mostrador.
—No —respondió con mucha frialdad.
—¿Nada? ¿Ni una persona que pienses que es interesante? —Clara lo miró con una sonrisa traviesa.

Jules se encogió de hombros.

—No estoy para eso.
Clara bajó un poco la voz.

—¿Todavía por… lo de tu ex?
—Todavía —dijo, seco. No era un tema que quisiera abrir a primera hora de la mañana. Prometida. Traición. No eran palabras que quisiera revolver con olor a desinfectante.

Ella suspiró y cambió de tema, pero no del todo.

—Pues deberías distraerte. Quién sabe, a lo mejor hay alguien más cerca de lo que piensas.

Jules no respondió. Se centró en preparar la consulta del primer paciente. Pero, mientras se lavaba las manos, recordó que había salido al mismo tiempo que Enzo esa mañana. El diseñador, con su camisa impecable y ese aire de estar siempre un poco molesto.

No. Definitivamente no.



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En el texto hay: amistad, romance bl

Editado: 26.08.2025

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