Martes 3 de Enero del 2051.
Leah
Volví a sentir la soledad.
Tantas parejas, tantas familias disfrutando de la compañía del otro.
Es algo que siempre he envidiado, poseen uno de los mayores tesoros.
Yo ni siquiera tengo tiempo para despejarme, muchas fracturas que pagar, el dinero no cae del cielo.
Espero que este año sea mejor, que al menos consiga una amiga, alguien. Lo que sea.
Raúl
Podría jurar que hoy la vi.
Había salido a tomar aire, lo necesitaba después de tanto trabajar, cuando la ví.
Iba con un enorme paquete de papas fritas. Estaba triste, eso se notaba desde lejos, su rostro estaba perdido en la inmensidad del cielo.
Tuve muchas ganas de ir con ella y abrazarla, pero nuevamente me congelé, de todos modos, ¿Era ella realmente? Se veía muy diferente.
Tenía moño alto y vestía un overol negro manchado con aceite de coche.
¿Trabaja como mecánica?
Podría ir de mecánico en mecánico buscándola, Dios que estoy pensando, debo olvidarla.
Lo más probable es que trabaje en un local ilegal, donde pueda trabajar siendo mujer.
Aún no entiendo cómo pudieron aprobar esa ley machista.