Martes 10 de Enero del 2051.
Leah
“Oye tu, ¿Eres la linda de la otra vez verdad?”.
Hoy desperté emocionada, como cada día que hay carreras, fui a trabajar después de hacer todos mi quehaceres matutinos; él día corrió tranquilo, sólo me tocaron 10 autos en todo el día y lo mejor, eran personas civilizadas.
Y cuando él día estaba terminando volví a casa, me cambié de ropa y fui a la calle.
Cuando llegué estaba lleno de personas, estaba montada una enorme fiesta. Mujeres vestidas con pequeñas faldas de colores neón. Hombres mirando y revisando sus autos.
No puedo creer que todos los pilotos que van a correr sólo haya una mujer, es una vergüenza.
Mientras esperábamos que los autos regresarán un grito desconcertó a muchas personas, era el chico del año nuevo, gritando.
Tenía una sonrisa de oreja a oreja y se notaba que no estaba acostumbrado a ese ambiente.
“Sabía que te encontraría aquí, eres toda una tomboy”.
Esas habían sido sus palabras al acercarse a mi. Y con las miradas de todos me dijo algo que me descolocó.
“¿Quieres ser mi novia?” ¡¿Quieres ser mi novia?! No sé ni siquiera su nombre, como pretende que sea su novia. Me ha hecho pasar la vergüenza de mi vida y el no se queda atrás después de la negativa que recibió. Su rostro era un poema cuando le dije no.
Raúl
Soy un idiota, perdí una oportunidad real con ella, por no pensar.
Tal vez ella tenga razón y realmente me falta cerebro, tal vez por eso no me contratan.
Es que cuando la vi ahí vestida tan bonita con su cara de pocos amigos, no pude evitar pedirle salir. Cuando debí preguntarle su nombre ¡Su nombre! Dios, ¿Que voy a hacer? Ahora no querrá saber nada de mi, la hice pasar vergüenza.
Como le explico que no me la puedo sacar de la cabeza.
Seguro que no pudo terminar de disfrutar la carrera por mi culpa. Yo sólo logré disculparme y decirle que no había sido mi intención y todo era por los nervios.
Dios, dame otra oportunidad y ayúdame a no fallar.