~3:45 am~
Despierto de golpe de mi pesadilla, 6 años, 6 años sin poder dormir bien, ni una sola maldita noche puedo soñar en paz con algo bueno que no sean sueños abrumadores y perturbadores.
Después de calmarme y recordar quien soy y donde estoy, me dirijo al baño para darme una ducha como es de costumbre todos los días a esta hora específicamente.
Al salir de la ducha opto por ponerme una polera gris básica y unos jeans normales. Me pongo mi bufanda y mis guantes para el frio. Desgraciadamente vivir en Pensilvania en épocas de frio es lo peor. La ciudad pierde color y movimiento en las calles. La gente prefiere quedarse en casa que salir a dar un paseo. Así que la mayoría de lugares se mantienen solos en estas épocas. Cosa que me perturba.
Al terminar de alistarme bajo las escales directo a mi amplia cocina, que como de costumbre esta vacía. En mi familia nunca ha habido una ocasión en la que comamos todos juntos, nunca hemos tenido esa iniciativa de compartir algo juntos o siquiera hablar por mucho tiempo.
Agarro una manzana y una pera del frutero, siendo esa la única comida de mi mañana y tarde. Soy una persona muy flaca y esquelética porque desde pequeña he sufrido de anorexia por la falta de autoestima. No lo he superado del todo pero por lo menos me digno a comer en el día cosa que hace 4 años no ocurría.
Salgo de mi respectivo "hogar" con mi bolsa y mi gran abrigo para invierno. Saco las llaves del auto y arranco. Este auto fue un regalo de lastima y un poco de arrepentimiento de parte de mi padre por la mierda de persona que me volví.
Es un BMW de ultimo modelo . Nunca ha sido un carro que me guste o me interese pero por lo menos me sirve para transportarme.
Me pongo en marcha y me dirijo a la casa de los Elford.
Al llegar a mi destino me detengo al frente del gran portón de la mansión Elford esperando a los mellizos.
Veo la puerta abrirse y una mujer hermosa e irradiante con una melena castaña y abundante sale de la puerta principal seguida de su copia masculina e igual de apuesta con el mismo cabello entre rubio castaño y ojos cafés igual que su hermana.
Aleyda y Damon entran al auto con una irradiante sonrisa deseándome los "Buenos Días". Les saludo con la mano, esperando a que terminen de entrar. Aleyda se sienta en el asiento del copiloto y Damon en la parte de atrás del auto.
Arranco y nos ponemos en marcha en dirección al Instituto. Los Elford son una familia de clase alta y la segunda familia mas rica de la vencida. Desde hace dos años ya, los mellizos han sido mis pasajeros y yo su chofer. Desde que nos conocimos siempre ha estado pegados a mi en cada momento que pueden. Creo que están cerca de mi por lastima o por conveniencia, una de dos.
Aleyda se considera mi "mejor amiga", para mi no se como tal pero si es una persona mediamente importante. No me interesa su vida o sus intereses amorosos, cosa que escucho a diario, ya es un poco fácil y bolada cosa que me fastidia y en cierto punto no la soporto. Por otro lado esta Damon un hombre mas al que le doy pena y lastima, siempre que puede me compra algo para comer cosa que detesto ya que es un intento patético para que coma.
Después de alrededor de unos 20 minutos llegamos al Instituto. Me parqueo y nos bajamos del carro. Juntos nos dirigimos a nuestro curso de primera hora que es la de introducción de los nuevos estudiantes y profesores.
Los pasillos del instituto como es de costumbre cada año están llenos de pubertos gritando y haciendo bulla, por el hecho de ser primer día de curso. Los 3 nos dirigimos a nuestro respetivo salón, el cual este años nos corresponde el C-5.
Al entrar no hay casi nadie. Solo hay algunos chicos y chicas conversando, una chica nueva leyendo y un grupo bastante grande y diferente de 7 chicos en total, sentados en los escritorios de atrás conversando. Los nuevos de la esquina se voltean para verme detenidamente de pies a cabeza. Dos de ellos tienen cara de disgusto y el resto parecen fascinados con mi apariencia.
Como si estuviera hipnotizada mantengo la mirada con los chicos y me doy cuenta de algo, todos tiene rasgos demasiado parecidos. Todos tiene el pelo negro y una tez pálida bastante particular. Después de un largo rato, que para mi se sintieron horas, vuelvo a la realidad. Por unos segundos no recuerdo quien soy ni que soy, como si me acabara de despertar, cosa que me frustra un poco.
Después de recordar, me siento en la primera fila, alejada de los mellizos y ese par de chicos con miradas turbias. Y los recuerdos vuelven a mi de golpe.
Vacío, eso sentí, sentí que no era nadie, y no era nada al mismo tiempo, una persona sin cara, sin nombre y sin personalidad. Ni pasado, ni futuro, no era nada, era un lugar tan vacío, tan solo, y tan deprimente y al mismo tiempo fascinante. Nada, no tienes que pensar en nada ya que eso eres, nada. Una persona normal odiaría olvidar quien es o que es. Pero yo no, paz, tranquilidad, eso sentí, era como por fin despertar de la larga pesadilla que ha sido toda mi vida. Fue como esos segundos en los que no eres nadie y no piensas en nada al momento de despertar. Toda mi vida a sido perturbada por sueños, pesadillas y cosas horribles. Pero esto, esta sensación, nunca la había sentido es algo tan abrumador pero al mismo tiempo liberador. El único lugar en el que he podido descansar, descansar de mi vida, de mi miedos y de mis fobias. Quiero volver, ya no quiero esta vida, quiero una vida así, una vida sin preocupaciones, identidades y problemas, necesito volver a ese lugar.
Me volteo hacia el grupo de chicos cuando capto unos ojos tan hermosos y persuasivos observándome con curiosidad y fascinación al mismo tiempo. Allí es cuando comprendo que nunca volveré a ver ese lugar. Una alucinación, eso era ese lugar, recuerdo haber leído los efectos secundarios de un producto que he estado consumiendo a diario llamado anticolinérgicos, uno de esos efectos secundarios son las alucinaciones. No volveré nunca. Me rio de mi misma por un rato. Ingenua.