Freyja
Después de regresar al salón, la mayoría de alumnos ya estaban dentro tomando sus asientos.
Tome asiento y espere alrededor de 5 minutos a que llegara la nueva profesora.
Mi primera impresión de nuestra nueva maestra fue malísima. Era una mujer joven de uno 35 años, tenia buen aspecto y cara, pero algo en ella me desespero y me fastidio. Era tan falsa. Llevaba una sonrisa tan falsa que era super evidente que odiaba estar allí. Se miraba cansada y aburrida, cosa que tendría que ver a diario, esa mujer odiaba su trabajo.
-Buenos Días chicos, mi nombre es Estania, y yo los guiare este ultimo año en el Instituto- después de un buen rato de explicación, me aburrí de verla, así que mejor fije mi vista en otro lado.
20 minutos después de una explicación extensa de como seria es nuevo año, actividades y cursos, procedimos a "conocernos" de una forma tan patética.
Primero empezaron los nuevos estudiantes a presentarse diciendo un dato sobre ellos que a nadie le importaba. Primero fueron los chicos de negro cosa a la que no le preste atención y luego los demás estudiantes empezaron a presentarse.
Odio estas actividades de convivencia. Siempre al tener actividades de este tipo me dan nauseas o ganar de vomitar cosa que para nada es intencionada o por voluntad propia, simplemente pasa porque si. Nunca estuve acostumbrada a estar con tanta gente, fingiendo estar interesada en conocer a las otras personas. Me provoca repulsión ver a alguien fingiendo tal sentimiento.
Me levanto de mi asiento de golpe y salgo corriendo y solo logro decir:
-Disculpe voy al bañ....-no termino mi frase y salgo corriendo al cuarto de baño que queda en ese mismo pasillo.
Vomito alrededor de 3 veces y después de pasados alrededor de 10 minutos regreso a la clase con los dientes lavados y una botella de agua llena que pedí en la enfermería.
-Oh, regresaste querida te sientes bien- dice la profesora con falso interés.
-Si eso siempre pasa, estoy bien, lo siento por la inconveniencia.- digo con falso arrepentimiento- tengo pase para salir cuando lo necesite.-
Sin esperar respuesta me dispongo a sentarme en mi escritorio.
-Eh... bueno querida cual es tu nombre, preséntate ante tus compañeros.-
-Mucho gusto, mi nombre es- cuando me volteo a los alumnos todos me están viendo, muchos tiene cara de disgusto esperando a que me presente- Freyja Aleghieri.
Al decir mi nombre muchos me reconocieron por mi apellido y otros al parecer no tienen ni idea de la existencia de mi familia. Cosa que siquiera mi importo.
Han de ser nuevos en la ciudad.
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Después de las presentaciones de los nuevos alumnos y las explicaciones de esos primeros meses en el Instituto, procedimos al comedor para el almuerzo.
Alli como era costumbre me sente con el grupo de amigos de los gemelos que por cierto eran unos pesados.
Mi almuerzo como era de costumbre solo fue una manzana y un vaso con agua y un poco poco de vodka que ayudaba a calmar mis ganas de vomitar en el almuerzo y en general mi vida. Era algo inevitable que pasara, siempre que estaba en presencia de muchas personas conversando me daba repulsión y me fastidiaba como no tienen idea.
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Recibimos guías y folletos de proyectos y información del primer curso del año.
Al llegar las 2:30 procedimos a vaciar el salón alistándonos para salir. La mayoría del curso se fue en un gran bus para la casa de uno de los mayores idiotas del Instituto Izaro Garza, un chico 2 años mayor que yo que al parecer perdió curso y estaba repitiendo por segunda vez. Es un completo idiota de pelo castaño y ojos cafés.
Todos los viernes había fiestas y celebraciones en sus diversas casas. Y como de costumbre la primera semana de Instituto todos se van de peda a su casa.
Me dirijo a mi auto, avisándole a los gemelos que no iré a esa estúpida fiesta con ellos.
Me dirijo a la cafetería, Las estrellas. En el cual trabajo de medio tiempo como vacacionista.
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Llego y la cafetería estaba sola y un poco callada, perfecto.
Me dirijo a la parte trasera de la extensa cafetería para ponerme el delantal y dejar mis cosas.
Ya lista y con el delantal de Las Estrellas salgo al mostrados, y atiendo a un grupo se joven odiosos y mimado, que me miran con cara de disgusto.
Hijos de puta.
-Buenos Días en que les puedo servir- hablo con voz fingida.
-Hola, Disculpa le puedes pedir a la chica rubia de por allá que me atienda ella- dice uno de los pendejos de la mesa con esa cara de disgusto y con una arrogancia de mierda- es que tu me das asco.
Que les pasaba a ese pedazo de estúpidos arrogantes hijos de puta. Todos son unos menudos gilipollas. Lo único que se escucha en la cafetería son las risas de estos fastidiosos.
-Disculpen, podrían callarse molestan a la demás gente- digo seria sin expresión alguna, cosa que hacia naturalmente. Lo que ese estúpido me dijo no me afecto para nada, recibía comentarios de ese tipo a diario así que ya me costumbre a las miradas de disgusto y los comentario depravados de la gente- Ah, y por cierto, no, ella no puede atenderlos, así que si les causo asco les invito a retirarse.- dije con una sonrisa sádica cosa que les sorprendió.
-Ja quien te crees que sus puta, ya te dije pareces hecha huesos me da repulsión verte.- pobre estúpido.
-Bueno parece que los de esta mesa no quieren nada, así que si no van a consumir ni mierda les pido que se retiren- Dije alzando un poco la voz para que el cajero Asta entienda.
Sale del mostrador y con su voz muy cordial les dice que se retiren cosa a la que se oponen por unos segundos pero al final salen de la cafetería echando humo.
Paso el día y procedo a terminar mis últimos minutos de turno en el mostrador cuando entra un chico con un aura muy seguridad y arrogante. Esperen, es uno de los chicos nuevos del Instituto. Trate de recordar su nombre pero no lo logre, olvide prestar atención a los nombres de los nuevos.