Fria como el hielo

Capítulo 11: Adicto a tus labios.

Jade

Oh Dios. Oh Dios. Oh Dios.

Cuando llego al baño lo primero que hago es dirigirme al lavamanos. Abro el grifo y me refresco la cara. Necesito aclarar mis ideas. ¿En qué estaba pensando cuando me restregué contra Grayson en la pista de baile?

«Derritiéndome poco a poco en tus manos». ¿En qué estaba pensando cuando le dije eso? Yo nunca digo esas cosas. Y no puedo echarle la culpa a la bebida porque estoy tomando un Summer Cooler, una bebida sin alcohol.

¿A quién quiero engañar? Lo que estaba pensando era en la electricidad que me recorre el cuerpo cada vez que estoy cerca de Grayson. En esa atracción inevitable que siento hacia él y que estoy cansada de ocultar. En cómo tomaba mis caderas y me acercaba más a él. En su respiración rosando mi oreja. Nunca he sentido nada parecido por nadie. ¿Qué me está pasando con Grayson? ¿Será que debo continuar con esto?

No sé cuánto tiempo llevo en el baño. He estado divagando tanto en mis pensamientos que tal vez haya pasado un largo rato desde que entré. Pero no sé cómo debería actuar cuando salga. Qué decir o hacer con Grayson. Bueno, quizás no sea del todo cierto. Sé que voy a darme una oportunidad con Grayson, pues, como dicen Ben, Angie y Liv; debo darme la oportunidad de ser feliz. Y ¿quién mejor que Grayson para intentarlo?

De repente escucho que se dirigen corriendo hacia aquí, hacia el baño.

—Oh. Dios. Mío. Jade—entra al baño una muy exasperada Angie— ¿Por qué rayos te tardas tanto en salir?

—Yo… sólo estaba pensando.

— ¿Pensando? Pues puedes pensar luego. En este momento lo que tienes es que ir ya mismo afuera. R-A-P-I-D-O—okey, ahora sí que me está asustando. Angie suena muy sobresaltada.

—Sólo me estaba refrescando y me puse a pensar. ¿Pero qué pasa? ¿Por qué actúas tan alterada?

—Pues, verás…—comienza pero algo la detiene—Primero quiero saber que fue eso en la pista entre tú y Grayson.

—Sólo fue un baile y ya.

—No hermana, un baile no es una práctica de hacer bebes con ropa. Y déjame decirte que eso es lo que estabas haciendo con Grayson—Angie hace una pausa y me ahora mira interrogante—. ¿Lo quieres? ¿Lo intentaras con él por fin?

—Lo del baile no es cierto. Y con respecto a tus preguntas, las respuestas son un sí a las dos.

— ¡Qué emoción!—chilla—No sabes que feliz me hace saber eso—se acerca a mí y me abraza.

—A mí también…creo. Pero dime, ¿cuál es tu afán por que salga al bar?

—Pues…—la mirada de Angie huye de la mía.

—Dime de una vez Angie—exijo exasperada.

—La ex de Grayson está allá afuera, así que ve por tu hombre—dice muy rápido, pero logro entenderlo todo.

—Ya va, explícate mejor.

—Verás, cinco minutos después de que vinieras huyendo al baño, llegó una tal Leslie Newman, ex de Grayson. Sam fue el que tuvo que decirme quién era la chica, porque Grayson se quedó, literalmente, clavado en su asiento. No sé qué pasó después de allí porque vine corriendo a buscarte. Lo que sí sé es que antes de que yo entrara aquí, Leslie se acercaba a Grayson.

No espero más. Tan pronto Angie me dice esto, salgo del baño, casi dejando una nube de humo detrás. Para alcanzar la barra, donde veo a Grayson, hay que atravesar la pista de baile. La música es muy movida, no reconozco la canción pero toda la gente está en la pista. Un mar de cuerpos sudorosos por el cual pasar y esquivar. Miro hacia atrás y Angie va esquivando a la gente con cara de asco. Qué bueno que ya casi salimos de esta odisea. Cuando vuelvo a girar al frente los veo.      

Grayson está aún en su asiento en la barra y al frente de él está una rubia. Una hermosa rubia debo reconocer. La rubia traicionera, pues según tengo entendido le puso los cuernos a Grayson. La rubia lleva puesto un vestido azul, muy ceñido al cuerpo, y unos tacones negros de plataforma, tan altos que deben dar vértigo. Su pelo rubio está cortado en capas y le llega hasta los hombros. Poco a poco me voy acercando. Distingo que Leslie tiene ojos verdes y labios de un color rosado natural. La típica rubia despampanante. 

Pero eso no me molesta, ni me afecta. Lo que me molesta es que esa zorra le está coqueteando descaradamente a Grayson. No me alarmo porque veo que él esta rígido en su silla, se nota que no la quiere cerca. Al ver que Leslie no se cansa y comienza a acercarse a Grayson, siento como me comienza a hervir la sangre y el demonio de los celos toma posesión de mí. Grayson no será de ella nunca más, de eso me encargo yo. 

Decidida me acerco hacia ellos. Lo más rápido y casual que puedo.

—Bueno, hola por aquí—digo mientras me coloco al lado izquierdo de Grayson y poso mi mano en su hombro. Leslie, que se encuentra al frente de nosotros, alza su mirada hacia a mí y parece sorprendida.

—Hola—dice Leslie “La Perra” Newman, en un tono cortante—. ¿Y tú eres?

Angie, que se encuentra sentada en el regazo de Sam, no muy lejos de nosotros; tiene una sonrisa en la cara mientras lo observa todo. Angie sabe perfectamente cuales son mis intenciones.

—Yo soy la  no…—flanqueo un poco. Me aclaro la garganta. —Yo soy la novia de Grayson—Grayson gira su cara ligeramente hacia mí y me mira sorprendido.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.