Oliver Cromwell:
La música indica el inicio de la ceremonia, los invitados ocupan sus asientos y la novia camina hacia donde estoy, se ve radiante, preciosa, con ese vestido blanco que arrastra al piso y un ramo blanco. La miro a los ojos cuando queda parada justo frente a mí y sonrío al ver que levanta su velo. Esta boda es justo lo que quería, casarme con Camila Wilson, la hija del senador Wilber Wilson hará que sea inevitable que gane las elecciones como alcalde del distrito de New Freston. El señor que dirige la boda comienza a decir unas palabras aburridas que tengo que escuchar sonriente porque está la prensa y los paparazzi grabándolo todo, soy una figura pública y mi imagen es lo principal, necesito que la gente me ame para que boten por mí, que me vean como el ejemplo perfecto de hijo, esposo, empleado y líder.
—Señor Oliver Cromwell acepta por esposa a la señorita Camila Wilson como su legítima esposa para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe.
—Acepto—respondo y entonces se dirige a la novia.
—Señorita Camila Wilson acepta por esposo al señor Oliver Cromwell como su legítimo esposo para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe.
—Acepto—responde mientras nos intercambiamos las alianzas sonrientes.
—Si alguien tiene algún impedimento para que esta boda se realice que hable ahora o calle para siempre—dice el señor que dirige nuestra boda y cuando está a punto de continuar se escucha una voz tierna y suave desde el fondo del salón.
—Yo me opongo—resuenan esas palabras y la vista de todos se dirige hacia atrás, mis ojos se pierden en la pequeña de unos cuatro años que va vestida de blanco completamente y desfila por la alfombra roja como si fuese la novia hasta quedar parada frente a nosotros.
—A ver pequeña—digo agachándome frente a la niña, no niego que esta interrupción me ha molestado y causado gracia al mismo tiempo, pero soy una figura pública y debo aparentar estar calmado y jovial—¿por qué te opones a mi boda?
—¡Porque usted es mi papá! —responde con firmeza mirándome a los ojos.
—¿Qué dijiste? —pregunto confundido, aunque escuché perfectamente el disparate que acaba de decir, pues en mi vida había visto a esa niña.
—¡Qué usted es mi papá! —grita y todos los invitados comienzan a murmurar.
—¿Dónde está tu madre? —pregunto poniéndome de pie y mirando hacia todos lados. —Esto es un error, estás confundida—le digo a la pequeña .
—Mira—dice dándome un collar—si eres mi papá—tomo entre mis manos el collar, ese collar pertenecía a mi madre, tiene grabadas sus iniciales...ese collar se lo di a Eva, no puede ser, le di ese collar para que lo vendiera y pagara con eso el aborto de la criatura de la que no quería hacerme cargo.
—¿Dónde está tu mamá? —le pregunto a la pequeña y mi novia me mira con enfado, decepción y hasta vergüenza.
—¿Esta niña es tu hija? —pregunta Camila mientras unas lágrimas corren por sus mejillas.
—No lo sé—respondo tragando en seco.
—Si lo soy—dice la pequeña
—Eres un idiota—exclama mi novia tirándome el ramo, el murmullo de los invitados se hace notar, las cámaras están por todos lados.
—¡Camila espera! —digo dando un paso para caminar tras ella e intentar dar una solución al desastre que se ha desatado, pero una pequeña manito me sujeta la mano.
—Papá—dice y sus ojos verdes tiernos, del mismo tono que los míos me examinan—no me dejes de nuevo—exclama y me detengo, ha logrado que se me comprima el corazón. Por un momento olvido todo lo que ocurre a mi alrededor, mi novia, mi campaña, los medios y hasta que debido a esto mi carrera política pende de un hilo. Todo se está desplomando y por un momento solo está ella, esa niña es lo único que veo. Me arrodillo a su lado y acaricio sus tiernas mejillas con una de mis manos.
—¿Cómo te llamas?
—Angy —contesta mirándome con fijeza, como si con una simple mirada pudiera responder todas sus preguntas.
—Angy, no te voy a dejar sola Angy, vamos a encontrar a tu mamá y me va a tener que explicar que es todo esto que está pasando.