Frías intenciones

Capítulo 4: No soy ese tipo de persona

Oliver:
Entro al despacho de mi padre y él cierra su lapto mirándome con atención, yo no digo nada solo abro una botella de bebida que tiene en su escritorio y me sirvo una copa.
—Oliver, sabes cuanto he invertido en tu campaña política—reclama. 

—Lo sé papá. —respondo tomando un trago. 

—¿Quién diablos es esa mujer y esa niña? —cuestiona 

—Es mi hija, estoy seguro. 

—¿Cómo puedes estar tan seguro? 

—Porque estuve con Eva hace casi  5 años y era virgen, era tierna e inocente y quedó embarazada de mí y la mandé a abortar. 

—¡Eres un maldito idiota! —exclama enfadado mi padre—Me he esforzado porque aprendas a hacerte cargo de tus acciones y no has aprendido y ahora está en juego una campaña en la que he invertido tanto dinero... todo por ayudarte. 

—¿Por ayudarme? Cometí un error y lo admito...pero papá seamos sinceros, a quién más le beneficiaría que yo fuera alcalde sería a usted o ya olvida por qué ha invertido tanto en esta campaña. 

—Hay que ver que hacemos con esa mujer y esa niña, hablaré con ella y le ofreceré dinero para que se vaya de aquí. 

—¡No! —respondo. Es cierto que mandé a Eva a abortar, pero esa niña preciosa tiene algo que me hace quererla, de tan solo verla la quiero y ya no quiero que se vaya. 

—¿Qué dices?... Mañana se irá con uno o dos millones en los bolsillos y el futuro de la niña asegurado, si quieres puedes mandar a vigilarlas para saber de ellas y hablarás ante la prensa y dirás que era solo una niña confundida...una admiradora. —explica mi padre y me quedo pensativo un momento, ya he cometido muchos errores con esa niña y no cometeré más. 

—No haré eso. Me haré cargo de mi hija e intentaré hacer las cosas bien. —respondo con firmeza tomando un trago de bebida. 

—¿Qué cosas bien? ¿Perder la campaña política por la que tanto has luchado? No dejaré que pierdas mi dinero, quiere que te recuerde todo lo que he invertido en ti 

—Papá quiere que le recuerde de donde sale ese dinero y por qué lo invirtió en mí. 

—No dejaré que pierdas la campaña, haré lo que sea necesario para... —explica y lo interrumpo. 

—Y yo haré lo necesario para que si esa niña es mi hija se quede a mi lado y padre, recuerde que si este barco se hunde todos saldremos perjudicados, no me tiente a lanzar todo por la borda porque usted sabe de lo que soy capaz cuando quiero algo. —exclamo saliendo de allí y dejándolo enfadado. 

*** 

Toca la puerta de la habitación donde está Eva con la niña y ella abre. La niña está sentada sobre la cama. 

—Hola—digo mirándolas a ambas. 

—Entra—comenta Eva sonriendo. 

—Hola Angi—digo a la pequeña que me mira directo a los ojos y tiene los ojos igual que los míos. —Te he traído este libro, para que no estés tan aburrida en esta casa, es de cuentos, te va a gustar—digo dándoselo y me volteo y ella me sujeta la mano. 

—Papá—exclama y me volteo a mirarla, esto es nuevo para mí, justo hoy me enteré de la existencia de esta niña y no puedo explicar por qué me siento tan bien cuando me llama papá. 

—Dime Angi—le respondo. 

—Me lo lees. 

—Ya basta Angi, el señor Oliver es una persona muy ocupada—opina la madre de la niña acercándose. 

—Puedo leerle un poco—digo sentándome en la esquina de la cama. 

—Había una vez... —leo y la pequeña me interrumpe. 

—¿No te irás más papá? —pregunta y miro a Eva a los ojos y luego a la pequeña que me mira con ternura. 

—Te lo prometo, no me iré más—respondo y ella me abraza. 

—No es correcto prometer cosas que no sabemos si vamos a cumplir—dice la madre de la niña y la comprendo, la dejé sola, embarazada en su peor momento y no sé todo por lo que ha pasado para criarla, lo peor es que no sé como podré recuperar su confianza luego de tantas promesas que le hice y las dejé sin cumplir. 

—Eva... sé que cometí muchos errores pero a partir de ahora quiero hacer las cosas bien, al menos por la niña—le respondo y se queda en silencio. 

—Ya no creo en ti Oliver y nunca lo haré, tampoco me interesa hacerlo, pero por lo menos espero que te esfuerces por no decepcionarla a ella. 

—No lo haré—respondo—Reconoceré a Angi como mi hija luego de que le hagamos un ADN. Mañana iremos a alguna clínica a hacerlo. 

—Yo escogeré la clínica, no confío en tu bondad Oliver, te conozco muy bien y sé que eres capaz de falsificar los documentos y negar a tu hija con tal de quedar bien ante la gente. 

—Eva no soy ese tipo de persona, no soy un monstruo. 

—Ya lo hiciste una vez ¿lo olvidas? —responde con recelo—Iremos a la clínica que yo elija o la prensa conocerá un par de cosas sobre ti que no debería. 

—Estoy intentando ser amable, pero parece que a ti la cordialidad no te interesa. 

—No, no me interesa la cordialidad con una persona falsa que se sostiene sobre la base de las apariencias, ya no soy la misma tonta de hace 5 años atrás no lo olvides para que no te sorprendas.
 

 



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En el texto hay: secretos, amor, venganza

Editado: 01.12.2022

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