Friga Es Una Gata Que Dice Miau Miau

3. Operación rescate


Sean bienvenidos, equipo alfa dinamita alabemos al gato, ¿Cómo han estado? Espero que bien, les aconsejo que se sienten, se relajen, a lo mejor deberían prepararse una deliciosa taza de té, pues he de advertir que el capítulo de hoy será una locura.

Para empezar, resulta que el señor Kim no es tan malo como parece, me llevó a su oficina y todo el tiempo estuvo dándome mimos, al final de nuestra velada me premió con una rica taza de atún, el muy torpe creyó que dormiría en la cama de tela que uno de sus sirvientes compró para mí, pero cuando cerró los ojos decidí ir y marcar territorio en su cama, me acosté a su lado y me encargue de ir empujando su cuerpo poco a poco para que así yo tuviera más espacio. Mí estadía aquí cambio muchísimo, pase de estar escondida en la habitación de Tae-sung a estar caminando libremente por la casa. La primera vez que Tae-sung me vio en la cama de su padre casi le da un infarto, intento sacarme sin que él se enterará, pero a penas se acercó su padre abrió los ojos de par en par. Tae-sung quedó congelado, recuerdo el olor del miedo salir de su cuerpo.

Su padre simplemente lo miró, le pregunto si tenía clases y se levantó para irse a trabajar, mientras Tae-sung corría como un cachorro asustado a su habitación. He de admitir que me sentí fatal por provocar semejante escena, pero deben disculparme, la hierba gatera saca lo peor de mí, pero no sé preocupen, ya estoy yendo a rehabilitación.

Además de haber provocado una escena entre padre e hijo también cometí un error al desaparecer del hogar de Samy por tanto tiempo. Más que nada, por la forma en que mí ama se lanzó encima de mí apenas llegué a la casa. Se quedó abrazándome por un largo rato mientras lloraba. Luego me sacudió y empezó a insultarme, nada grave, al contrario, me dio cosquillas y calmó el dolor de huesos que me tenía tan agotada. Me quiere demasiado, debo admitir que me ha conmovido hasta el ronroneo. Claramente seguí con mí doble vida, pesé a que Dina y su tribu me quieren prefiero los lujos que Kim puede ofrecerme, no es que sea una interesada, aún amo con mí vida a Sam, de hecho cuando los gatos dominemos el mundo ella será una de las pocas que sobrevivirá.

— Disculpe, señor Kim, pero ella es mí gata, se llama Friga.

Le dijo cuando intento recuperarme.

— Aquí se llama Sarangi, se comporta como si fuera la reina de la casa.

— Así es ella — respondió Samy, el señor Kim vaciló un poco, pero finalmente se acercó a mí y me quito el collar, para entregarme en los brazos de Sam —, gracias.

Respondió ella con un sonido extraño, era como si sintiera miedo, como esas veces en las que habla sola y su voz cambia.

Nos fuimos de allí, sin siquiera mirar atrás. Al llegar a casa ella me regaño por lo que pareció una eternidad, que no se note que tú estabilidad emocional depende una gata, Sama.

Luego de hablar un poco conmigo decidió dejarme al oír el sonido del timbre, era Tae-sung que vino a disculparse y explicar lo que estaba pasando. A medida que las palabras de Tae-sung salían de su boca pudo ver cómo Sam apretaba más y más los dientes, y los puños, tanto que pude ver un pequeño hilo de sangre descender de su boca. Finalmente ella levantó su mano callando al pobre coreano, para después hacer exactamente lo mismo que me hizo a mí, sacudiéndolo y hablando en un extraño idioma, uno de esos que le enseñan en la universidad. Después de sacudirlo, Tae-sung empezó a elevar el sonido de su voz hablando en la misma lengua extraña, el enojo emanaba en el ambiente, así fue hasta que ella empezó a llorar con fuerza mientras se golpeaba con sus puños la cabeza.

En ese momento ocurrió algo muy extraño. Pude ver cómo el enojo de Tae-sung se desinflaba como un globo, para ser cambiado por el temor y la preocupación.

Tae-sung la tomó de los brazos, impidiendo que siguiera haciéndose daño.
Parecía avergonzado, hasta un poco triste ¿Acaso él habrá sabido que Samy me extrañaría mientras estaba con él? ¿Por qué no me habrá dicho nada sobre eso? ¡Esto es indignante! ¡Sólo yo puedo usarte, esclavo humano! Tú no me usas a mí, humanos estúpidos, no saben que nosotros adquirimos la habilidad de entenderlos, de tanto convivir con ellos; pero si me habló de otras cosas, también podría haberme dicho algo de mí ama o de su relación con su padre.

En fin, el hecho es que de pronto Tae-sung se volvió un manso cachorrito. Hasta la postura de su cuerpo en la puerta cambió. Había pasado de ser un muro defensivo, a inclinarse hacia ella y mover con inquietud los brazos, como si dudara en rodearla con éstos o no. Finalmente ella se cubrió el rostro llorando, él intento acercarse pero justo apareció Valentina y lo arruinó todo, le dijo a Tae-sung que se fuera y abrazó a Sam hasta el cansancio.

A partir de entonces, afilé mis sentidos y perseguí a Samy por todas partes, con el fin de averiguar qué le ocurría a ella con el pobre Tae-sung. Quería saber cuál era su problema, el chico era el más dulce que había conocido, y ella lo trataba como si fuera uno de los juguetes que yo tenia tirados en el fondo del patio.
De tanto husmear en sus conversaciones, obtuve la respuesta. Y fue justo cuando tenía una de sus tantas charlas consigo misma. Verán, Sam tiene una extraña muñeca, que parece un bebé real, bebés reborn, creó que se llaman, según escuché ella los usa con fines terapéuticos, justo después de la charla con Tae-sung ella corrió a su habitación y tomó a la muñeca en brazos, meciéndose con fuerza por la habitación e intentando calmarse, al cabo de un rato estaba como nueva, simplemente acariciando a la muñeca.

Después de un rato en silencio me miró a los ojos y me reveló el porqué su actitud cambiaba tanto cuando estaba con Tae-sung: le quería.
Al parecer ambos se conocieron en una aplicación y se reencontraron en la universidad. ¿Qué hace un coreano en Colombia? La respuesta es simple; al parecer hubo una guerra en donde los colombianos y los coreanos del sur pelearon juntos, al parecer el bisabuelo de la madre de Tae-sung era colombiano y se quedó allí, se casó y tubo hijos, según entendí se volvió tradición familiar viajar a Colombia cada año. Pero de repente la madre de Tae-sung se enfermó, la tuvieron por mucho tiempo en la veterinaria para humanos, pero no se sanaba, entonces tuvieron que aceptar que el veterinario no podía hacer nada.



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En el texto hay: vecinos, amor imposible, gatos y amor

Editado: 15.08.2021

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