Ternura, la silueta que guardas
tallada en recuerdos y su suave alma
tan inmensos, tan pequeños
abrazos de brisa
descubren los sueños de luna,
ocasos que se hacen frágil lluvía
desvaneciendo la niña blanca.
Transito por caminos
burlones y fugaces
que hablan sobre la vida
obstantes, precisos
abrazos de brisa
inundan los sueños profundos,
dulces destellos de olivo
que danzan el recuerdo verosímil.