No sabría decir si fue una coincidencia
o un abrazo en la deriva,
pero el oceano de flores danzaba
durante los bosques turquesa
glaciares oscuros pintando los días
empapados en siluetas color sed
teñidos bajo la luna
anhelando el naufrageo de los labios olor a sueños
besos y canciones
el mar del hipocampo,
los pasos que viajan sin rumbo
alejando los cabellos dulces.