Sabor a luna
eran aquellas miradas cálidas
llenas de sueños
bajo el farol de la llanura profunda
Era un universo
perderse entre palabras y locuras
y mirar a la deriva
creyendo en la sinfonía
Sabor a miel
era escuchar tu viaje por mis ojos
describiendo el color ambiguo
de los mares olor a brisa.