Capítulo 1: La gran elección

"—Oscuro, lluvioso y solitario…." Susurré para mí mismo mientras intentaba ver atrevés del cristal opaco.

¡No! Necesito dejar de sentir este sentimiento de culpa. Pensé mientras sacudía la cabeza de un lado al otro en un intento de apartar malos recuerdos. Necesito calmarme...

Acomodándome en mi asiento, respiré profundamente, antes de que mi mirada nuevamente se perdiera en el techo gris del autobús en el que iba.

¡Ah! Es cierto, no me presenté, soy Christopher Bristol y… bueno, vengo a contarles una larga historia que sigue hasta el día de hoy. Recuerdo que en aquel tiempo tenía 27 años, supongo que diréis que tengo pensamientos muy raros, pero la verdad es que normalmente no soy así.

Si mal no recuerdo, el principio de mi historia comienza cuando salí del trabajo en la noche. Ahí me paré en la estación de buses para irme directamente a casa, pero la amenazante lluvia acechaba con caer.

"Ojalá el autobús no demore mucho." Dije para mí mismo, antes de bostezar por el cansancio. Después de esperar por varios minutos, llegó uno, justamente antes de que la lluvia empezara a caer torrencialmente.

Menos mal. Pensé, antes de subir rápidamente. El autobús esperó a otros pasajeros por unos minutos, pero como nadie más subía, además de algunos jóvenes que subieron después de mí, partió, perdiéndose en la oscuridad del apartado camino.

"¿Esos jóvenes son mi antiguo colegio?" Dije en voz baja mientras los observaba desde los últimos asientos. "Sí, si lo son, tienen el mismo uniforme que usaba en aquel entonces."

Eran tres los estudiantes que había enfrente: un joven que molestaba a una chica de su edad y una niña que los acompañaba.

Jaja, por cómo se comportan esos dos, parece que son compañeros de clase, amigos, o incluso algo más. Pensé con una sonrisilla en el rostro. Pero... ¿Quién es la niña que está al lado?

Mi mente se perdió en distintas opciones, hasta que inesperadamente la niña le dio un fuerte golpe al joven para que dejara de molestar a la otra chica.

Ahh… ahora entiendo, ella es su herman— Al pensar en esa posibilidad, varios malos recuerdos recorrieron mi cabeza. "Hermana..."

Seguí con la amargura sensación en el pecho hasta que me pareció ver cómo la chica más joven me miró por un par de segundos, haciendo que desvié la mirada inmediatamente. ¿Qué? ¿Me escuchó?

Un poco asustado, dirigí mi mirada a la ventana del autobús, fingiendo estar mirando algo a través del cristal. No creo que me digan nada si solo les miro. ¿Verdad?

Al tener mi mirada puesta en el exterior, los amargos recuerdos volvieron, causándome más pesar. "Todo esto… todo es igual que aquella noche. Oscuro, lluvioso y solitario…."

¡No! Necesito dejar este sentimiento de culpa. Me dije a mí mismo al darme cuenta de que me seguía culpando por errores pasados.

Necesito calmarme... Pensé, hasta que la brillante luz de un automóvil que venía a lo lejos me hizo volver a la realidad.

"Ahh..." Con un suspiro me acomodé en mi asiento y dirigí mi mirada al techo del autobús, haciendo que mi mirada se perdiera nuevamente.

Es muy tonto de mi parte seguir pensando en todo esto. Comenté cansado, al darme cuenta de que no había cambiado nada en todo este tiempo.

Sinceramente, no me importaría dejar todo esto para empezar de nuevo. Dije, dejándome llevar por mis sentimientos.

"¡¡AAAAHHHH!!!" Un grito muy fuerte se escuchó en frente mío, logrando robar por completo mi atención.

Confundido, giré rápidamente mi cabeza para ver la fuente del grito, pero antes de que mis ojos pudieran enfocarse bien, sentí un fuerte impacto al costado del bus.

¿...Qué? El mismo automóvil que había visto hace pocos segundos nos había chocado fuertemente por un lado.

¿Qué está pasando? Como si mi mente supiera lo que iba a pasar, fui sintiendo cómo el tiempo se volvía cada vez más lento, con excepción de mis pensamientos.

¡Mie*da! Maldije al sentir mi cuerpo cada vez más ligero. No puede ser posible.

El choque del automóvil fue tan fuerte que logró desviarnos de la carretera, haciendo que empezáramos a caer desenfrenadamente por un gran acantilado.

No, nononono ¡NO! Reclamé desesperadamente dentro de mí, mientras me empezaba a agarrar fuertemente de los asientos. Necesito mantener la calma para pensar, porque lo más probable es que el bus empiece a rodar pronto. ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo podría salir vivo de esto?

Intentando mantener la calma, busqué una salida, pero los gritos de enfrente no dejaban que me concentrara. "¡¡¡AAAAHHHH!!!!"

¡¡Cállense maldición!! ¡No puedo pensar así! Reclamé furioso. ¡Malditos chiquillos de mie*da!

Al seguir analizando mi situación, vi por una de las ventanas la gran caída que nos esperaba, haciendo que perdiera cualquier tipo de esperanza por sobrevivir.

Es el fin… es imposible sobrevivir a esta caída. Pensé resignado. No puedo creer que todo acabe así...

Mientras apretaba fuertemente los puños por la ira y la frustración que sentía, mi atención se centró en el estudiante, que ante esta situación intentaba proteger a las chicas de su costado con un abrazo.

¿¡Qué!? ¿¡Es en serio!? ¿¡Un héroe!? Grité indignado dentro de mí al ver la patética escena que tenía enfrente. ¿¡En serio cree que las protegerá de una caída de más de 100 metros solo con su cuerpo!? Que idiota… Pensé burlándome.

El autobús, tras chocar con una parte de la montaña, empezó a rodar desenfrenadamente, causando un alboroto dentro del autobús.

Por mi parte, me agarré lo más fuerte que pude de mi asiento para seguir viendo el gran show del héroe uniformado. ¡¡Vamoos!! ¡Protégelas de esto!

Como si escuchara mis pensamientos, mi nuevo ídolo empezó a agarrar fuertemente los dos asientos que tenía a un costado, para intentar cubrir a las chicas de algunos asientos que se habían desprendido del autobús.