Capítulo 11: Mi primer monstruo II

Punto de vista de Zoe Helkar

Papá… Mamá… Dije en voz baja antes de despertarme abruptamente con mi corazón latiendo rápidamente. Ahh… ah… fue otra pesadilla.

Al limpiar el sudor de mi cara me encontré con que estaba sollozando, pero sacudiendo la cabeza rápidamente limpié mis lágrimas antes de levantarme y cambiarme.

Últimamente he estado recordando mucho la muerte de mis padres, creo que ya va siendo hora de dejar eso en el pasado…. Pensé mientras me preparaba para bañarme.

Terminando de bañarme, me alisté y preparé lo necesario para el día que tendría, y a diferencia de otros días, me dirigí directamente al cuarto de Drake en vez de solo bajar al primer piso, como era de costumbre.

Al entrar, noté sin sorpresa que él seguía durmiendo. Ahh…. Suspiré. A pesar de lo motivado que se veía ayer, nuevamente se quedó dormido.

Acercándome cuidadosamente hacia él con la intención de levantarlo, vi que empezó a moverse, haciendo que me detuviera con la ilusión de que él se levantaría por cuenta propia. Pero luego de unos pocos segundos él solo había cambiado de posición.

¡Este mocoso! Pensé furiosa antes de poder verlo directamente a la cara. ¿Eh? Qué raro, cuando duerme él se ve bastante tranquilo, ojalá fuera así todo el tiempo.

Al estar indecisa en la horrible forma en que lo despertaría, me puse a pensar nuevamente en el pasado.

Es verdad… Llevo 13 años con esta familia y, a pesar de que no son mi familia biológica, me encariñé demasiado con ellos. Pensé antes de ver directamente la cara de Drake. En especial contig—

“Angelica, sé mi novia por favor….” Susurró medio dormido mientras un poco de baba se le caía de la boca.

En aquel momento, en vez de sentirme molesta un extraño sentimiento llenó mi pecho, uno que empecé a sentir desde hace ya varios días, uno que se sentía como si se me estuviera hundiendo el corazón en amargura.

Estúpido. Pensé antes de crear agua fría en la palma de mi mano y lanzársela directamente a la cara.

“¿Eh? ¡EH! ¿¡Qué está pasando!?” Gritó muy sorprendido y alterado a la vez, antes de que empezara a moverse como loco y finalmente se cayera de la cama.

Pero… ¿Por qué hice eso…? Pensé, un poco confundida por mis sentimientos.

“¿Zoe?” Dijo adolorido. “Pe-pero ¿¡Por qué me despertaste de esa manera!? “¡Casi me da un infarto!” Reclamó molesto.

“Lo hice porque ya es tarde.” Dije, acercándome a la puerta. “Drake, si en 5 minutos no te veo listo en la puerta principal, mejor te vas olvidando de salir a cazar monstruos hoy.” Dije finalmente antes de salir de su habitación y de cerrar la puerta a mis espaldas con prisa.

A medida que me alejaba de su habitación, pude escuchar cómo un gran alboroto se iba armando a causa de mis palabras.

Por suerte se comió la mentira. Pensé mientras bajaba por las escaleras. Pero aun así… ¿Por qué reaccioné de esa manera cuando lo escuché hablar de esa demonio?

Al bajar completamente al primer nivel, me dirigí a la cocina, donde encontré a Kadia sentado en la mesa. Rápidamente me acerqué a él e hice una pequeña reverencia en forma de saludo, por su parte, él solo levantó una de sus manos para responderme.

Al separarme del comedor, me dirigí a la cocina, y una vez dentro vi cómo Irisha terminaba de empaquetar la comida para Drake y para mí.

“¿Qué tal dormiste hija?” Preguntó con una sonrisa después de mirarme. “Dormí bien madre, muchas gracias por todas tus atenciones.” Dije en respuesta.

“De nada, recuerda que para mí es normal atender a los que amas.” Dijo acariciándome el pelo antes de darme la comida. Luego de hablar un poco más con ella, salí de la cocina y me dirigí a la puerta principal.

“Recuerda cuidarlo Zoe, recuerda que él es tu responsabilidad.” Dijo Kadian al verme pasar. “Entendido Padre.” Respondí mientras hacía una breve reverencia antes de salir del salón.

Al llegar a la puerta principal no vi a Drake por ningún lado, lo que me dio tiempo para seguir reflexionando. Tanto Kadian como Irisha me trataron bien desde que me acogieron en su familia hace 13 años. Además, como desde hace varios años me asignaron el progreso de Drake como tarea principal, mi relación con ellos se fue solidificando en estos últimos años.

Actualmente ellos me ven como una hija, pero… por alguna razón yo no puedo verlos como unos padres. Dije dentro de mí antes de oír a Drake bajar de las escaleras apresuradamente.

“¡Ya estoy aquí!” Dijo con un grito al verme parada en la puerta. “Per-perdón por la tardanza.” “Está bien, llegaste justo a tiempo.” Le respondí.

Al salir por la puerta, noté que llevaba la espada que Irisha le había comprado hace unos días. Es cierto, esta será la primera vez que la usará.

Como el sol empezaba a levantarse por las montañas, la vista era hermosa. Parece que el clima será perfecto para cazar algunos monstruos.

“Adiós mamá, adiós papá.” Dijo Drake antes de seguirme el paso.