Punto de vista de Angelica Yue
Pronto todo esto cambiará…. Pensé un poco triste mientras veía a mis padres y a Paul por última vez en el día antes de irme a mi cuarto.
Sé que crecer es algo normal y natural, pero aun así… me da un poco de miedo dejar mi hogar para ir a la universidad de Birton.
Desde hace algunos meses me había estancado en mi progreso, por eso, mis padres me sugirieron ir a la universidad mágica que hay en Birton, y aunque al principio pensaba que no sería necesario, ese pensamiento fue cambiando con el pasar de los días.
Me pregunto cómo será allá. Pensé nerviosa mientras me preparaba para dormir.
Como Paul no tenía el interés de ser un mago o un aventurero en un futuro, nadie fue a la universidad mágica, pero a diferencia de él yo quería volverme más fuerte, yo quería ser alguien como Charlotte, la Diosa de los espíritus, ya que después de todo ella fue la que marcó mi infancia cada vez que leía sus historias en distintos libros.
Por lo poco que pude ver cuando fuimos a inscribirme con mi familia, parecía un poco pequeño para ser una universidad, pero los ambientes parecía ser de calidad, así creo que estará bien. Pensé ya acostada en mi cama. Espero hacer muchos amigos allá.
Esa afición por ser igual a mi heroína había hecho que dedicara todo mi tiempo a entrenar, y a buscar nuevos tipos de magia que aprender. Todo iba bien en mi burbuja hasta que conocí a Drake, porque él me ayudó a entender que hay más por conocer en este mundo, que hay varias culturas, varios lugares, y varios pensamientos que también ayudan al progreso de las personas.
Drake… Ojalá vengas a despedirte antes de que parta. Pensé medio dormida. Ojalá….
A la mañana siguiente, mientras ayudaba a mi madre en el jardín, Drake apareció a lo lejos, sorprendiéndonos a ambas. "Veo que sí vino después de todo." Comentó mi madre en voz baja.
"Los dejaré solos para que hablen, pero solo tendrán una hora, porque debemos acabar esto antes de que te vayas." Dijo mi madre, saludando a Drake desde lejos con una mano.
Como siempre, parece que no le gusta mucho que Drake pase tiempo conmigo. Pensé sin darle importancia.
Después de saludarnos le sugerí entrar un poco en el bosque, con la excusa de estar en un lugar más calmado y tranquilo para hablar, aunque mi verdadera intención era alejarnos para que mi madre no nos escuchara desde casa. Drake, al escuchar mi propuesta, no lo pensó mucho antes de seguirme como siempre.
Mientras estábamos de camino una pregunta nació en mi mente, una pregunta que hizo que mi corazón se sintiera confundido, confundido al verlo delante de mí. ¿Qué es lo que verdaderamente siento por Drake?
Seguí con ese incómodo sentimiento por el resto del camino hasta que por fin llegamos al lugar al que veníamos a jugar desde que nos conocimos, haciendo que mi mente y alma se aclarara al verlo de frente nuevamente.
Yo… yo no puedo engañarme más, yo lo quiero, lo quiero mucho, pero… sé que no debo de hacerme muchas ilusiones en la cabeza, después de todo la diferencia de nuestras razas complica mucho nuestra relación. Pensé con tristeza dentro de mí.
"Angelica, cómo te irás pronto quise venir a despedirme." Dijo con una gentil sonrisa, rompiendo el silencio que había mientras pensaba en él.
"Tienes razón… dentro de tres días ya no podremos vernos con tanta frecuencia como lo hicimos hasta ahora." Dije, mirando ligeramente arriba para mirarlo a los ojos.
No estoy segura de si es una característica de los hombres de su raza, pero Drake está creciendo cada vez más rápido. Pensé, acercándome a su lado para confirmarlo.
"Oye, volviste a crecer otra vez desde la última vez que nos vimos." Dije, al confirmar que ahora él era más alto que yo. "No es justo, ¿Sabes? A este paso quedaré pequeña." Dije molesta, mientras me alejaba de él.
"No digas eso, tus padres tienen una buena estatura, así que crecerás tarde o temprano." Dijo en un intento de consolarme. Es verdad, pero aun así no me parece justo.
Seguimos hablando de nimiedades hasta que sentí el maná de Paul detrás de unos árboles que estaban cerca a nosotros.
¿Eh? ¿Qué hace acá? Seguramente mamá lo envió para vigilarnos. Pensé molesta. "Drake, sé que es repentino, pero qué te parece si lanzamos varios hechizos a ese par de árboles que están por allá." Dije apuntando con el dedo al lugar en donde se escondía Paul.
Drake, al darse cuenta de lo que estaba pasando, sonrió, antes de responderme. "Tienes razón, lancemos todo con la intención de desaparecer lo que sea que esté ahí."
"¡ESPEREN! ¡ESPEREN!" Gritó Paul, saliendo de su escondite al ver cómo empezábamos a concentrar grandes cantidades de maná para formar los hechizos
"¿Qué haces acá?" Reclamé mientras se acercaba lentamente. "Solo estaba de paso." Dijo con una sonrisa falsa.
""Mentira"" Dijimos Drake y yo al mismo tiempo haciendo que Paul se pusiera un poco nervioso.
"¡No es una mentira! ¡Además! ¡No dejaré que estés a solas con mi hermanita sin que tengas que pasar por mi primero!" Dijo gritando, apuntando a Drake con la espada de madera que tenía para entrenamientos.
"Así que quieres enfrentarte a mí ahora." Respondió Drake sacando lentamente la espada con runas que llevaba casi siempre. "Oye Drake, con esa espada lo matarás en el primer ataque, mejor toma esta." Le dije, antes de conjurar con magia, una espada de madera.
"Wow, no sabía que podías hacer eso." Me dijo sorprendido. "Lo aprendí hace unos meses, pero como el manipular o crear madera es un tipo raro de magia solo puedo hacer cosas simples como esta espada." Dije con una sonrisa al darle el arma.
"¡Aun así es estupendo!" Respondió alegre, antes de agarrarla y de voltear a Paul con una cara más sería. "Esta vez será tu fin." Dijo Drake mientras se lanzaba rápidamente hacia Paul. "¡Ni lo creas!" Respondió mi tonto hermano envolviendo su cuerpo con maná.