From Man to a God (fmg)

Capítulo 20: El Augurio I

Punto de vista de Drake Helkar

"Debo apurarme… ¡Immaterial!" Fueron mis palabras antes de que mi cuerpo se volviera intangible, logrando atravesar las desgarradoras garras de Oso Rocoso, un monstruo que aparecía a las afueras del desierto Suroeste de Flock.

"GRUAAARRGH." Rugió ferozmente, intentando distraerme al ver que me acercaba a él rápidamente.

Se acabó, con este, por fin serán 20. Me dije sonriendo, antes de activar nuevamente Immaterial al ver sus veloces ataques.

Cuando por fin tuve al Oso Rocoso muy cerca de mí, activé Deflagration después de tocarlo con mi mano izquierda, logrando expulsar una absurda cantidad de fuego que lo envolvió por completo, fracturándolo térmicamente con la ayuda de una fuerte patada que logré después logré conectarle.

Excelente, ahora podré regresar a casa. Pensé muy cansado, después de que el convertidor en mi pulsera izquierda absorbiera parte del maná del Oso Rocoso, generando un poco de luz que pasó desapercibida bajo los intensos rayos del sol que golpeaban el lugar en donde estaba.

Cuando llegue nuevamente a casa, juro que lo primero que haré será darme un baño caliente. Pensé, imaginando aquel momento antes de sacar la piedra mágica rojiza que había en los restos del monstruo, y de alejarme al lugar en donde había dejado a mi compañero de viaje.

Habían pasado muchos años desde la partida de Angelica, de la cual no he sabido nada después de nuestra rara pero recordada despedida.

Ahora me encontraba cerca de Brumenwent, un pueblo que estaba a cinco días seguidos de viaje desde Birton, y todo gracias a Ness, uno de los dragones de la familia que acortó mi viaje.

Los días fuera de Birton habían sido muy solitarios y extraños para mí, porque desde que tenía recuerdos en este mundo, la mayoría del tiempo la estaba en mi casa, en sus alrededores o si estaba afuera, siempre estaba con alguien.

"Es hora de irnos." Comenté a Ness, antes de montarme sobre su lomo y de darle órdenes en forma de ondas de maná sobre su cuerpo.

Ness, al sentir lo que quería, empezó a mover sus alas, elevándose rápidamente hasta sobrepasar las nubes.

A ver, si demoré dos días encontrando y matando a esos Osos Rocosos, ahora debería de tener siete días para volver, ya que, si mal no recuerdo, el plazo que me dio Kadian fue de 15 días. Pensé, antes de acostarme sobre su espalda, mientras miraba el cielo azul.

"15 días… Ese fue el plazo que me dio para la segunda prueba de mi Augurio." Dije muy cansado, antes de tomar una corta siesta sobre la espalda de Ness.

Hace unos meses, mis padres, Kadian Helkar e Irisha Helkar nos informaron a Zoe y a mí que pronto partirían al Reino de Clifland, algo que ambos sabíamos desde hacía ya varios años. Al principio me sorprendí por la repentina noticia, pero después de digerirla la acepté, ya que la idea de estar solo era algo que necesitaba para encontrar los demás fragmentos de Bernal, que era la misión principal que tenía en este mundo.

Después de informar eso, anunciaron que en unos meses darían inicio a mi Augurio, algo así como un examen final dentro de nuestra raza que consta de 5 pruebas distintas, que verifica nuestras habilidades y pensamientos, o algo así había dicho Zoe hace tiempo cuando le pregunté qué significaba exactamente.

En estos últimos meses mis padres se mantuvieron un poco distantes, ya que estuvieron preparándose para su viaje además de organizar mi Augurio, haciendo que mi único apoyo fuera mi confiable hermana Zoe, que ahora era más pequeña que yo en estatura, porque a pesar de que ella tenía 52 años apenas parecía alguien de 15, mientras que por alguna extraña razón yo parecía alguien un poco más mayor que ella.

Al despertar de mi corto sueño, noté que aún seguía sobre el aire, pero con un horizonte más amarillento, debido a que el sol empezaba a ocultarse.

A-aún falta para que anochezca. Pensé bostezando, viendo cómo el arenoso suelo que había pisado hace unas horas fue reemplazado por uno más verdoso.

Supongo que puedo aprovechar este tiempo para pensar un poco. Me dije a mí mismo recordando varias cosas hasta que una duda me vino a la cabeza.

Ahora que recuerdo, no pude preguntarles directamente a mis padres qué pasaría si no logro pasar esta prueba. Pensé, imaginando esa posibilidad con una sonrisa irónica. Bueno, como casi no los vi antes de la primera prueba, me olvidé completamente de hacerlo. Aunque supongo que no pasará nada malo, después de todo, lo peor que podría pasar es que me dejen seguir entrenando, algo que obviamente no haría, ya que debo de ir a por los demás Fragmentos de Bernal.

El viaje de regreso a casa fue emocionante, porque pude ver los hermosos paisajes que había, a diferencia de la ida, que solo me centré en llegar rápido al territorio de los Osos Rocosos.

Después de estar viajando por varios días, por fin había llegado a Birton, y justo antes de que se oscureciera por completo el cielo. Al acercarme lo suficientemente a casa, pude sentir el maná de mi maestra y hermana, aquella persona que me había enseñado casi todo lo que sé de magia, esgrima y otras cosas.

"¡Ya estoy de vuelta Zoe!" Grité desde lo alto, ordenándole a Ness que tuviera cuidado al aterrizar, para así no destruir el jardín que teníamos en casa.

"Sí que llegaste rápido." Comentó Zoe, una qué vez bajé de los lomos de Ness junto a un pequeño saco de tela. "Así es, lo hice tan rápido que pude lograrlo un día antes del plazo." Dije con una sonrisa mientras me alejaba de Ness, haciendo que el enorme dragón cruzara los brazos antes de acostarse sobre el césped del suelo.

Con entusiasmo, empecé a contarle algunos detalles de mi viaje, hasta que al entrar a casa me encontré con Kadian enfrente de las escaleras que daban con la entrada de nuestra casa.



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En el texto hay: aventura, muerte, isekai

Editado: 29.04.2025

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