Miércoles 16 de septiembre.
Reino de Arendelle.
9:00 de la mañana.
Ya han transcurrido los dos días que Elsa había impuesto de plazo para el gran viaje que emprendería, aunque ahora mismo ella se encontraba revisando algunos papeles importantes en su oficina, ya que necesitaba arreglar unos cuantos asuntos antes de partir.
Elsa: Vaya, jamás pensé que realmente le impondrían ese castigo al príncipe Hans.
Mencionaba Elsa mientras revisaba una carta que provenía del reino de las islas del sur.
Elsa: En verdad se lo merece.
Al terminar de leer la carta Elsa solo decidió pararse de su escritorio, para después simplemente dirigirse con lentitud al pequeño balcón que se encontraba dentro de la habitación.
Una vez en el balcón la reina se dedicó únicamente en observar el gran paisaje, ya que su reino en verdad se veía hermoso en esta época del año.
Elsa: Me duele dejar desprotegida a toda mi gente, pero en verdad necesito hacer este viaje.
La pelirubia duro unos cuantos minutos más en el balcón, simplemente disfrutando del frío viento que acariciaba levemente su bello rostro.
Elsa: Creo que es momento de bajar, ya que los demás deben de estarse preguntando por mí.
Después de haber durado un pequeño lapso de tiempo en su balcón, la reina se dirigió de inmediato a la zona del jardín del castillo, ya que lo más seguro es que todos se encontraran reunidos en ese lugar.
9:30 de la mañana.
Anna: Dime, ¿ya has podido dormir mejor Naruto?.
Pregunto con duda la princesa, la cual se encontraba sentada sobre el verde zacate.
Naruto: Digamos que un poco, ya que esa voz que se escucha durante las noches es realmente molesta.
Anna: Por cierto, Elsa me contó que la besaste.
Ese comentario por parte de la princesa solo ocasionó que Naruto desviara su mirada totalmente avergonzada, mientras que Anna simplemente sonrió un poco al ver al pelirubio en tal estado.
Naruto: Fue un completo error mío, eso jamás debió pasar.
Anna pudo apreciar con mucha claridad como Naruto ponía un semblante triste, ya que ella sabía muy bien que el pelirubio sentía algo más que simple cariño por su hermana.
Anna: Tal vez deberías intentarlo.
Naruo: Anna los dos sabemos de sobra que Elsa sigue amando con todo su corazón a Sasuke, y creo que ella no dejará de hacerlo nunca.
Kristoff: Tal vez eso sea cierto, pero como dijo Anna, al menos has el intento.
Los dos jóvenes príncipes voltearon de inmediato al escuchar las palabras del reciente Conde de Arendelle, solo para ver como este mismo se sentaba aún costado de Anna.
Anna: Todos merecen la oportunidad de amar nuevamente Naruto.
Cuando los tres pretendían continuar con esta leve conversación, fueron totalmente interrumpidos al apreciar como Elsa se acercaba lentamente hacia ellos.
Elsa: De qué tanto hablaban?.
Dijo la reina con curiosidad al estar ya enfrente de ellos.
Naruto: De nada importante, solo cosas triviales.
Contestó apresuradamente Naruto con nerviosismo en su voz.
Elsa: Por cierto, donde se encuentran Rapunzel y Eugene, pensé que estarían aquí también.
Kristoff: Ellos salieron a pasear un poco por el pueblo, pero descuida dijeron que regresarian antes de nuestra partida.
Elsa: Entiendo, bueno qué les parece si vamos a degustar un bocadillo al comedor.
Anna: Tal vez un pastel de chocolate?.
Comentó la pelirroja con una gran sonrisa.
Elsa: Puede ser.
Después de estas palabras los cuatro jóvenes ingresaron nuevamente a las instalaciones del castillo, donde una vez dentro se dispondrian a consumir los deliciosos platillos preparados especialmente por los chefs reales.
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10:30 de la mañana.
Por otra parte, a varios kilómetros del reino de Arendelle, se encontraba un enorme barco de pasajeros navegando a alta velocidad.
Pero concentrémonos más precisamente en uno de los pequeños camarotes, ya que cuatro jóvenes se encontraban conversando tranquilamente en este mismo.
Natsu: Cuanto falta para bajarnos de este demonio marítimo.
Reprochaba el pelirosa mientras se encontraba en el suelo del camarote con sus ojos en forma de espiral.
Gaara: Es realmente muy divertido verte en estas situaciones Natsu.
El pelirrojo poseedor del elemento tierra, no podía hacer otra cosa más que reír con diversión por el claro malestar de su compañero de pelo rosa.
Juvia: Aunque, creo que no es el único.
Mencionó la peliazul al momento de apuntar con su dedo a Sasuke, el cual a diferencia de Natsu se encontraba solamente recostado en su cama.
Sasuke: Como odio estos medios de transporte.
Gaara: Al parecer jamás pudieron acostumbrarse a viajar en barco verdad.
Juvia: Por cierto, qué haremos cuando lleguemos a Arendelle?.
Pregunto Juvia al momento de sentarse sobre la misma cama donde se encontraba Sasuke.
Sasuke: Lo primero será pasar totalmente desapercibidos para la gente del pueblo, después nos dirigiremos únicamente al valle de la roca viviente.
Gaara: ¿Al valle de la roca viviente?.
Sasuke: Si, es el lugar donde viven los Trolls que nos ayudarán.
Natsu: Aún se me hace difícil creer que existen los Trolls.
Comentó el pelirosa una vez logró ponerse de pié.
Juvia: Natsu nosotros somos portadores de magia, ni siquiera deberíamos existir.
Natsu: Tienes razón jeje.
Gaara: Tanto fuego te ha fundido el cerebro idiota.
Este comentario fue algo que hizo reír en gran medida a todos los presentes en el camarote, exceptuando a Natsu, el cual solo se cruzó de brazos con una mirada de total fastidio.
Sasuke: Bueno si me disculpan, yo dormiré lo que falta para llegar a Arendelle, ya que estos mareos no pretenden dejarme en paz.
Después de esta charla todo sucedió con mayor normalidad en el navío, simplemente disfrutando de las horas de viaje, aunque otros no pasándola muy bien debido a los terribles mareos.