Frozen ll: Aventuras En Althohalla.

11 - El relámpago de la destrucción.

1:10 de la tarde.

Poco después de que Sasuke se marchara de la tribu, un joven de cabello rosa se encontraba tratando desesperadamente de alcanzarlo, ya que al parecer un mal presentimiento cruzaba por toda su mente en esos momentos.

Natsu: Maldición...en dónde estás Sasuke.

Decía Natsu con un poco de desesperación.

El pelirosa siguió corriendo por un buen tiempo, hasta que en cierto punto fue obligado a detenerse abruptamente, ya que una enorme energía oscura se lograba percibir por toda esa zona del bosque.

Natsu: Que es es esta sensación, una gran pesadez se siente en todo este lugar.

Natsu pudo apreciar como los pinos se balanceaban ligeramente por el viento, a su vez provocando un poco de preocupación en este mismo.

Natsu: Algo está sucediendo, no tengo tiempo que perder...debo encontrar a Sasuke.

Sin esperar más Natsu volvió a retomar rápidamente su camino, sin saber que el príncipe rubio se encontraba siguiendo la misma dirección desde una distancia más atrás.

1:20 de la tarde.

Por otra parte, Orochimaru observaba con una gran sonrisa maliciosa la esfera de energía oscura que se encontraba casi en frente de él, en la cual Sasuke continuaba hundiéndose cada vez más en esta misma.

Orochimaru: Pronto...muy pronto podrás acabar con todo aquel que se interponga en tu camino, ya que tu completaras el trabajo que el rey Runeard no pudo terminar.

Al acabar de decir eso el pelinegro de cabellera larga volteó hacía una dirección en específico, ya que en esa misma podía sentir dos presencias acercándose rápidamente.

Orochimaru: No puedo dejar que se entrometan en esto, así que encargarse de ellos.

Mencionó el espíritu del odio antes de crear dos gigantescas serpientes grises, las cuales obedecieron de forma inmediata la orden de su amo.

Orochimaru: Nadie podrá impedir que mi próximo guerrero...me pertenezca.

Después de esto el espíritu del odio solo empezó a reír con una gran locura, sintiendo prácticamente la victoria casi en sus manos.

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Mientras tanto dentro de la gran esfera negra se encontraba Sasuke con sus ojos completamente cerrados, esto debido a que una gran cantidad de recuerdos circulaban por su mente rápidamente.

Sasuke: Que...que es esto.

Se preguntaba el pelinegro con voz casi inaudible.

En uno de esos recuerdos se apreciaba a este mismo en ese primer encuentro con Elsa en el bosque, con la única diferencia de que todo el paisaje se encontraba lleno de total oscuridad.

Sasuke aprecia este recuerdo con todo su corazón pero de un momento a otro este mismo recuerdo empezó a agrietarse como si de un pedazo de vidrio se tratara, para que una vez todo agrietado destruirse en miles de pedazos, quedando nuevamente el pelinegro en un espacio totalmente oscuro y vacío.

Sasuke: Porque se destruyó.

Poco tiempo transcurrió para que un nuevo recuerdo se presentará nuevamente ante él, pero ahora tratándose de un recuerdo que no le pertenecía, ya que en esta ocasión se encontraban Elsa y Naruto en uno de los pasillo del castillo de Arendelle.

Sasuke simplemente infringia como un mero espectador ante tales recuerdos, así que era prácticamente imposible que él intentara algo en contra de ellos.

Sasuke: No...no quiero ver esto.

Mencionó Sasuke con dolor en su voz.

Una y otra vez la imagen de Elsa y Naruto besándose se presentaba en la mente de Sasuke, ocasionando al mismo tiempo que el corazón del pelinegro se rompiera cada vez más.

Orochimaru: Dime Sasuke, ¿qué es lo que harás?.

Se escuchó la voz del espíritu del odio dentro de la mente del pelinegro.

Sasuke se tardó unos cuantos segundos en contestar, pero al final solo pudo pronunciar unas cuantas palabras llenas de un profundo rencor.

Sasuke: Yo...quiero matarlos.

Dijo el pelinegro con una clara mirada de odio.

Orochimaru: Y lo harás, solo se paciente.

Fue lo último que escuchó Sasuke antes de empezar a sentir un profundo dolor en su cabeza, mismo dolor que solo provocaría que su poder se incrementara de una manera descomunal.

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1:35 de la tarde.

Mientras tanto el pelirosa todavía continuaba corriendo a una gran velocidad, al mismo tiempo en su mirada se podía notar la verdadera desesperación por encontrar a su compañero.

Natsu: Diablos, en donde demonios estas.

Era la pregunta que se hacía Natsu una y otra vez.

En cierto punto de su trayecto, Natsu fue obligado a detenerse por un fuerte temblor en la zona, mismo temblor que sólo provocaría una pequeña ruptura en la tierra del bosque.

Natsu: Qué...qué fue lo que provocó esto?.

En ese preciso momento y para mala suerte de Natsu, una gigantesca serpiente gris salió de la ruptura a gran velocidad, a su vez llevándose completamente de encuentro a nuestro querido protagonista.

El pelirosa cayó duramente al suelo a causa de la fuerte embestida de la serpiente, al mismo tiempo provocando que se golpeara fuertemente la cabeza en el terrible impacto.

Natsu: De donde demonios saliste.

Pregunto el pelirosa mientras se sostenía la cabeza con sus manos por el fuerte dolor.

En respuesta la enorme serpiente se lanzó de nueva cuenta en dirección a Natsu con sus fauces totalmente abiertas, al parecer con las claras intenciones de acabar rápidamente con el pelirosa.

Natsu: La última vez me agarraste desprevenido, ni creas que en esta ocasión se repetirá.

Con una buena velocidad Natsu esquivo el ataque de la serpiente con suma facilidad, provocando a su vez que esta misma se estrellara de lleno contra el duro suelo del boscoso.

Natsu: Horn Sword of the Fire Dragon ( Cuerno Espada del Dragón de Fuego ).

El cuerpo del pelirosa fue envuelto por completo en potentes llamas anaranjadas, las cuáles a cada segundo ardían con más y más intensidad.



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En el texto hay: para el amor no hay limites

Editado: 31.05.2021

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