19 - El quinto espíritu.

Es muy difícil retomar el vuelo cuando el dolor está muy dentro de mi corazón, yo se que el viento me guiara hacia el arcoíris qué lejano está y así mis sueños alcanzar, hacia el cielo miraré y mis objetivos...sin duda cumpliré.

Oscuridad...una completa oscuridad era lo único que se podía apreciar a kilómetros a la redonda, además de un frío viento que circulaba ferozmente por todo el lugar, siendo este mismo viento capaz de congelar totalmente a cualquier ser que fuera portador de vida.

Este lugar es llamado de diferentes formas dependiendo la región en donde se mencione, el vacío y la nada, purgatorio o limbo, estas son la múltiples variantes que se le da a un mismo lugar.

En la actualidad hay un joven de cabello negro que vaga lentamente por este inmenso sitio, siendo más precisamente aquel que estaba destinado a convertirse en el nuevo y flamante espíritu del rayo, pero que por las terrible circunstancia de la vida jamás logró cumplir con su destino.

Sasuke: Elsa...cómo estarás.

Era lo único que se preguntaba el pelinegro con un tono de voz realmente triste.

El joven poseedor del rayo había estado vagando por este solitario y oscuro lugar debido a los terribles actos que cometió en vida, además también por la buena cantidad de cosas pendientes que dejó sin arreglar, siendo estos los principales motivos por la cual Sasuke todavía no podía descansar en paz.

Sasuke: Yo no merezco verte nunca más...al parecer ese será mi castigo.

Fue lo último que pronunció el pelinegro para después solo continuar caminando por este oscuro lugar.

El jóven de ojos negros solamente siguió su andar a la cómpeta deriva, ya que en todo el tiempo que llevaba recorriendo este sitio no había visto ningún rastro de humanidad.

Sasuke: Como demonios salgo de aquí.

Comentó el poseedor del rayo con molestia en su voz.

Cuándo Sasuke pretendía simplemente caminar en otra dirección, algo provocó que frenará su camino de una forma inmediata, ya que a lo lejos se podía observar lo que parecía ser una fogata en medio de toda la inmensa oscuridad de la zona.

Sasuke: No me he topado con ninguna otra persona desde que llegué a este lugar, no se si deba...pero tendré que arriesgarme.

Sin pensarlo tanto el pelinegro solo comenzó a acercarse lentamente hacía esa pequeña fogata, aunque a su vez con todas las intenciones de atacar si la situación realmente lo requería.

Una vez que Sasuke se encontraba a tan solo algunos cuantos metros de la fogata, este mismo pudo distinguir a una mujer muy joven y de un cabello totalmente negro como la noche.

Ella llevaba puesta una blusa de manga larga de color negra, al igual que una falda de igual color, además de llevar una largo delantal de color cafe claro, dándole un toque muy hogareño.

Sasuke: Ho...hola.

Llamó el pelinegro al estar casi en frente de la joven mujer de cabello negro, la cual simplemente se encontraba sentada sobre un pequeño tronco.

?: Hola Sasuke...por fin has llegado, estuve esperándote por mucho tiempo.

Respondió la mujer al momento de levantar su mirada, de esta manera revelando un rostro verdaderamente hermoso.

Sasuke: Cómo es que sabes mi nombre?.

Preguntó el ojinegro un tanto confundido.

?: Bueno lo se porque...yo te lo puse.

Contestó la pelinegra mientras se ponía lentamente de pie.

Sasuke simplemente no supo qué más decir en ese momento, ya que esta respuesta lo había dejado demasiado perplejo.

?: Me presentó, mi nombre es Mikoto, Mikoto Fitzherbert...yo soy tu mamá Sasuke.

El pelinegro no pudo hacer otra cosa más que abrir sus ojos en un total Shock, ya que en frente de él se encontraba aquella mujer que durante toda su vida quiso conocer, aquella mujer que siempre quiso llamar al menos una vez...mamá.

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Región de Althohalla.

Mar oscuro.

Mientras los cuatro nuevos espíritus guardianes se encontraban explorando en las profundidades del llamado bosque de tinieblas, nuestra querida reina de Arendelle aún continuaba tratando de traspasar completamente el mar oscuro, algo que en estos momentos estaba realizando con demasiado éxito.

Elsa: El entorno ha cambiado drásticamente, al parecer hemos dejado a esas imponentes mareas detrás.

Mencionó la pelirubia con voz tranquila.

El inmenso mar al los alrededores de Elsa se encontraba sumamente calmado, con esto permitiendo un mejor desplazamiento por parte del bello caballo formado de agua.

Elsa: Lo hiciste muy bien amigo, aunque creo que tuvimos algo de ayuda.

Comentó la reina con una gran sonrisa mientras que al mismo tiempo apreciaba el totalmente cielo nublado que en estos momentos orbitaba sobre ellos.

Elsa: Gracias por ayudarnos a cruzar esas terribles mareas Sasuke.

Habló Elsa con un profundo amor en sus palabras, para después solo volver a enfocar su vista al frente del camino.

Durante los siguientes minutos Elsa se concentró únicamente en observar hacía varios puntos del mar oscuro, de esta manera tratando de averiguar si realmente iba en la dirección correcta.

Elsa: Cómo sabremos si ya nos encontramos cerca.

Se preguntó a sí misma la pelirubia.

Lo que sucedió a continuación fue algo que sorprendió bastante a la reina y a su vez ocasionó que su corazón latiera rápidamente, ya que como única respuesta a la pregunta antes realizada una dulce y leve melodía se escuchó a la distancia.

?: (Ah-ah-ah).

Se volvió a escuchar nuevamente a lo lejos.

Elsa: Te oigo...me acerco a ti.

Dijo la pelirubia con clara felicidad en su voz.

De una forma inmediata el corcel formado de agua empezó a correr a una mayor velocidad de lo que ya lo hacía, al mismo tiempo utilizando completamente la dulce voz de aquella hermosa y breve melodía como guía, la cual a su vez se escuchaba cada cierto tiempo.

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