36 - Un antiguo lazo de sangre.

Yo siempre estaré aquí para ti, aunque sea sólamente un obstáculo para que tú lo superes, tú y yo debemos vivir juntos, aunque eso signifique que nos odiemos mutuamente, eso es para lo que son los grandes lazos familiares.

Si yo hubiese sido abierto contigo desde el inicio y te hubiese visto directamente a los ojos, tal vez te hubiese dicho toda la verdad, entonces no tendría que pararme aquí frente a ti, desde abajo, como un fracaso total, diciéndote todo esto, así que esta vez, quiero que impartas esta verdad para ti, tú no tienes que perdonarme, sin importar lo que hagas de ahora en adelante, debes saber esto, siempre te amare...porque tu eres mí verdadera familia.

Gran imperio de Fiore.

Ciudad de Magnolia.

Poco tiempo había transcurrido desde que los cuatro jóvenes procedentes tanto del lejano reino de Romalia cómo del nevado reino de Arendelle habían decidido dirigirse hacía el hermoso y brillante bosque repleto de mágicos cristales, aunque este importante acontecimiento con el único propósito de poder encontrar lo más rápido posible a los tres pequeños infantes reales secuestrados, mismos inocentes niños que todavía se podían visualizar completamente en posesión de los terribles espíritus oscuros de Fiore.

Mientras tanto, después de haberse dirigido únicamente en dirección al oscurecido y abandonado palacio ubicado en el mero corazón de la misteriosa ciudad de Magnolia, los dos flamantes monarcas del nevado reino de Arendelle se encontraban ahora mismo de pie justo enfrente de la inmensa entrada perteneciente a las imponentes instalaciones reales de Fiore, de esta simple manera ambos jóvenes espíritus guardianes pudiendo visualizar un escenario urbano repleto sumamente de completa soledad.

Sasuke: Así que este es el gran palacio de Fiore.

Elsa: Es realmente hermoso, además de que tiene una atmósfera misteriosa rodeándo las instalaciones.

Dijeron ambos espíritus guardianes de Althohalla mientras que a su vez observaban fijamente la inmensa y tétrica estructura de Fiore, para después los dos flamantes monarcas de Arendelle decidir sumergirse en un pequeño e intenso silencio, aunque al mismo tiempo sin incomodar en lo más mínimo a la hermosa fémina poseedora de las mariposas que se encontraba junto con ellos.

Shinobu: Y es aún más hermoso por dentro, aunque ustedes dos lo descubrirán una vez que entremos.

Dijo la joven de intenso cabello negro y lindos mechones púrpura al estar ubicada justo a un costado de sus dos queridos compañeros elementales, mismos individuos que todavía continuaban apreciando las bellísimas instalaciones del abandonado palacio de Fiore.

Elsa: Bien, es...es momento de entrar.

Habló la quinta espíritu de Althohalla antes de proceder a tomar una de las cálidas manos de su amada pareja sentimental, mismo pelinegro que sólamente decidió acentir a estas firmes palabras por parte de su bellísima esposa de intenso cabello rubio platinado con un ligero y firme movimiento de cabeza.

Shinobu: Bien...hagámoslo.

Decía la hermosa joven de inigualables ojos color púrpura antes de decidir mostrar una pequeña sonrisa repleta de completa seguridad, siendo un simple gesto que a su vez fue totalmente imitado por los dos flamantes monarcas del lejano y nevado reino de Arendelle.

Sin nada más que decir y contando con una inmensa determinación reflejada en sus respectivas miradas, los tres jóvenes elementales decidieron adentrarse poco a poco hacía las tétricas profundidades del abandonado palacio de Fiore, tratándose de un arriesgado acontecimiento que a su vez se había realizado completamente sin ningún solo problema de por medio.

De esta forma los tres portadores de la increíble magia elemental encontrándose rápidamente con un escenario oscuro y repleto de demasiada soledad, además de que una incómoda pesadez podía sentirse inundando casi en su totalidad todas las enormes instalaciones del lúgubre palacio de Fiore, aunque con este mismo acontecimiento ocasionando también una sumamente notoria desconfianza en los actuales jóvenes elementales.

Por otra parte, después de haberse introducido completamente en el tétrico interior del inmenso palacio de Fiore, nuestros tres queridos protagonistas habían comenzado a caminar con una suma cautela a través de las lúgubres y abandonadas instalaciones, de esta manera tratando de evitar cualquier contacto visual por parte de los terribles espíritus repletos de total oscuridad.

Elsa: Lo que dijiste fue verdad, es aún más hermoso por dentro, aunque también es un poco aterrador.

Comentó la actual reina de Arendelle al momento de estar caminando lentamente mientras que al mismo tiempo todavía permanecía tomando fuertemente la mano de su amada pareja sentimental, el cual a su vez sólamente se dedicaba en observar de una forma sumamente detenida las oscuras instalaciones del maravilloso palacio de Fiore.

Sasuke: Este lugar está repleto de malas energías, odio, tristeza, venganza, sufrimiento, todo esto provoca que sea un poco incómodo desplazarse por esta inmensa estructura.

Mencionó el joven poseedor del devastador elemento rayo con una suma seriedad en sus palabras, para después este mismo espíritu guardián simplemente seguir avanzando a través del oscurecido y desolado escenario.

Shinobu: No bajen la guardia, los espíritus oscuros podrían atacarnos en cualquier momento.

Pronunció la joven de intensos ojos color púrpura al estar caminando tan solo un poco más adelante de los dos actuales monarcas del nevado reino de Arendelle, mismos que al parecer se encontraban completamente listos para poder afrontar cualquier difícil reto que se les atravesara en su arduo camino.

Elsa: En que zona comenzamos a buscar a los niños, este lugar es enorme.

Sasuke: Nos llevará demasiado tiempo, de eso estoy totalmente seguro.

Hablaron los dos espíritus guardianes de Althohalla mientras que a su vez comenzaban a subir cautelosamente las largas escaleras principales del oscurecido palacio de Fiore, aunque al mismo tiempo siendo guiados a todo momento por su nueva compañera de intenso cabello negro y lindos mechones púrpura, hermosa fémina que al parecer solo había decidido sumergirse totalmente en sus propios pensamientos.