Un acto de amor verdadero, descongelara totalmente un corazón congelado.
Me gustan las puertas abiertas, nunca más volverán a cerrarse.
Gran imperio de Fiore.
Antiguo templo eclipse.
1:30 de la noche.
En el tiempo actual, pocos minutos habían transcurrido rápidamente desde que la flamante reina de Arendelle y la joven de intenso cabello negro lograron llegar finalmente a la respectiva zona perteneciente al ancestral templo eclipse, siendo de esta manera cómo ambas féminas poseedoras de la increíble magia elemental fueron capaces de presenciar la absoluta liberación de todos los terribles seres demoníacos originarios del misterioso mundo de las tinieblas.
Resultando ser un terrible escenario que al mismo tiempo había logrado dejar completamente perplejas a las dos hermosas mujeres elementales, ya que ambas féminas todavía no parecían ser capaces de procesar que un devastador acontecimiento de tales magnitudes estuviera sucediendo verdaderamente en el majestuoso mundo humano.
Elsa: Tenemos...tenemos que detener esto rápido, no debemos permitir que más y más demonios sigan cruzando completamente al planeta tierra.
Decía la flamante reina de las nieves con una notoria desesperación reflejada en sus palabras mientras se encontraba apretando sus respectivos puños con demasiada fuerza contenida, al mismo tiempo que una intensa aura gélida de color azul blanquecino comenzaba a cubrir rápidamente todo su hermoso y delgado cuerpo, incluso provocando a su vez con esta acción que su querida compañera tuviera que alejarse unos cuantos centímetros de ella debido a la constante expulsión de poder elemental.
Shinobu: Que tienes pensado hacer?.
Preguntó la joven de intenso cabello negro y lindos mechones púrpura con un tono sumamente dudoso reflejado en su voz al momento de estar apreciando cómo la quinta espíritu de Althohalla se encontraba liberando unas tremendas cantidades de su impresionante poder gélido, misma fémina de bellisimos ojos azules cómo el inigualable mar que simplemente había decidido sumergirse en un absoluto silencio mientras que a su vez pensaba que contestarle a su querida compañera.
Shinobu: Esperó...esperó que sepas lo que estás haciendo majestad.
Dijo la fémina poseedora de las inigualables mariposas púrpura con una expresión verdaderamente dudosa reflejada en su hermosa mirada, para después esta misma joven simplemente proceder a observar de una forma sumamente fija en dirección a la legendaria y ancestral puerta eclipse, siendo aquél mágico lugar donde todos los terribles demonios repletos de una tremenda oscuridad se visualizaban infiltrándose rápidamente hacia el indispensable mundo humano.
Mientras tanto, a unos cuantos metros de distancia de las dos hermosas jóvenes portadoras de la increíble y devastadora magia elemental, una fémina de intenso cabello negro se podía apreciar ubicada ahora mismo de pie justo en frente de aquél legendario portal que se encontraba conectando completamente el terrible mundo de los demonios con el maravilloso planeta repleto de seres humanos, la cual al parecer había logrado percibir finalmente el impresionante poder gélido que se visualizaba siendo liberado por parte de la flamante reina de las nieves.
Ultear: Así que ya estás aquí...quinta espíritu de Althohalla.
Susurró la terrible espíritu poseedora del devastador elemento agua con un tono sumamente siniestro en sus palabras antes de decidir darse la media vuelta y proceder a observar de una forma totalmente fija a las dos jóvenes féminas que se encontraban ubicadas a tan solo unos cuantos metros de distancia de ella, siendo de esta simple manera cómo la hermosa mujer de penetrantes orbes rojos cómo la misma sangre pudo apreciar cómo la flamante reina de las nieves se podía distinguir liberando unas tremendas cantidades de su increíble poder gélido.
Shinobu: Ella...ella ya se dio cuenta completamente de nuestra presencia.
Exclamó la hermosa fémina de bellísimos ojos púrpura con demasiada preocupación reflejada en su voz mientras se encontraba apreciando cómo la terrible espíritu oscuro había decidido comenzar a dirigirse lentamente hacia ellas dos, tratándose a su vez de un inesperado acontecimiento por parte de la maligna pelinegra que al parecer ocasionó que tanto Elsa cómo Shinobu decidieran adoptar inmediatamente una clara posición defensiva, siendo de esta manera cómo ambas flamantes mujeres elementales estaban tratando de intimidar lo más que se pudiera a la joven poseedora de unos penetrantes orbes rojos cómo la sangre.
Poco a poco y de una forma sumamente desesperante, aquélla terrible espíritu oscuro se apreciaba continuando con su tranquilo trayecto en dirección hacia sus dos poderosas contrincantes portadoras de la devastadora magia elemental, mismas hermosas féminas que simplemente se podían visualizar manteniendo sus respectivos portes tanto defensivos cómo ofensivos.
Ultear: No me digas que planeas atacarme directamente reina de las nieves, ya que eso no te funcionará en lo más mínimo actual espíritu de Althohalla.
Pronunció la joven de intenso cabello negro y fulminantes ojos rojos con un tono realmente arrogante en sus palabras una vez que esta misma logró ubicarse a tan sólamente unos cuantos metros de distancia de las dos féminas elementales, para después simplemente proceder a observar cómo la flamante reina de Arendelle decidía alzar ligeramente sus respectivos brazos hacia los lados, siendo de esta forma cómo la quinta espíritu de Althohalla se encontraba liberando todavía mucho más de su increíble poder gélido.
Elsa: Planeó realizar un ataque, pero no posiblemente en contra tuya miserable.
Mencionó la fémina de hermoso cabello rubio platinado con una tremenda seriedad reflejada en su expresión real antes de que una pequeña pero a su vez radiante sonrisa repleta de una total confianza apareciera en su inigualable mirada, al mismo tiempo que sus dos suaves manos todavía se visualizaban concentrando actualmente unas inimaginables cantidades de su congelante poder mágico, incluso con esta simple acción siendo capaz de congelar casi en su totalidad una ligera parte del escenario perteneciente al antiguo templo eclipse.