49 - Un fantasma del pasado.

No me importa si ya no estoy más en éste hermoso mundo, yo siempre estaré contigo, apoyándote y brindándote confianza, aunque tu no puedas verme...ahí estaré para ti mi amor.

Gran imperio de Fiore.

Bosque de cristales.

Una tremenda pesadez se había apoderado rotundamente de una de las respectivas zonas de confrontación ubicadas en las devastadas tierras pertenecientes al brillante bosque repleto de mágicos cristales, aunque siendo más precisamente aquél calcinado escenario donde ahora mismo se podía visualizar llevándose a cabo una terrible escena protagonizada tanto por la fémina de intenso cabello azul y su antigua compañera de la infancia de fulminantes ojos cafés, ya que en la actualidad la maligna mujer poseedora de una profunda oscuridad se encontraba atravesando con lo que parecía ser una afilada espada formada totalmente de agua él lastimado vientre de aquélla flamante e increbrantable espíritu de Althohalla.

Misma consejera real procedente del nevado reino de Arendelle que ahora mismo se podía visualizar completamente sumergida en un tremendo estado de shock debido al insoportable dolor que se encontraba sufriendo en ese preciso momento, tratándose a su vez de un terrible acontecimiento que no parecía estarle importando en lo más mínimo a la siniestra fémina de intenso cabello rojo escarlata cómo la espesa sangre.

Erza: Debiste escapar...cuándo tuviste la oportunidad, ambas sabíamos totalmente a la perfección...que jamás ibas a poder derrotarme...tu sola.

Comentó la lastimada fémina de intenso cabello rojo cómo la sangre con un tono sumamente siniestro reflejado en su voz mientras todavía continuaba atravesando con aquélla afilada espada de agua él sangrante vientre de su antigua compañera de la infancia, misma espíritu guardián de bellísimos orbes azules cómo el inigualable mar que simplemente había logrado salir de aquél profundo shock en él que permaneció sumergida durante un pequeño lapso de tiempo debido al insoportable dolor físico que se apreciaba sufriendo, para después sólamente proceder a regalarle lo que parecía ser una pequeña sonrisa repleta de total esperanza a la maligna espíritu oscuro que se podía visualizar observándola de una forma completamente fija a los ojos.

Juvia: A...a pesar de todo...lo que...estás haciendo en...estos momentos...yo...yo no te odio en lo más...mínimo...Erza.

Pronunció la fémina poseedora del increíble elemento agua con una notoria dificultad reflejada en aquéllas simples palabras al estar observando de una manera sumamente apacible a la hermosa joven de intensos ojos cafés que se encontraba ubicada de pié justo enfrente de ella, siendo al final solo cuestión de unos cuantos segundos para que la flamante espíritu guardián de Althohalla se desvaneciera en su totalidad y cayera de una forma totalmente inerte al deteriorado suelo ubicado en aquél brillante e inigualable bosque repleto de cristales.

Debido a este descomunal acontecimiento ocasionado por parte de aquélla lastimada fémina de intenso cabello rojo cómo la espesa sangre, una inesperada preocupación y remordimiento había comenzado a introducirse de una tremenda manera en lo más profundo de aquél entristecido corazón perteneciente a la maligna espíritu oscuro, tratándose a su vez de un insoportable sentimiento repleto de una gran culpa que no parecía estarle agradando en lo más mínimo a la terrible poseedora del ardiente elemento fuego.

Por otra parte y mientras todavía continuaba completamente tendido sobre el devastado escenario boscoso ubicado en la misteriosa región de Fiore, aquél joven de intenso cabello rosa salmon había logrado presenciar absolutamente todo lo acontecido con un poco de anterioridad entre ambas hermosas féminas portadoras de la increíble magia elemental, siendo aquélla terrible escena de su amada pareja sentimental totalmente inerte sobre el calcinado suelo del inmenso bosque de Fiore la que parecía haberle provocado un tremendo dolor emocional al joven espíritu guardián.

Erza: Yo...yo...lo siento mucho.

Susurró la terrible fémina de lindos ojos cafés con un tono ligeramente triste reflejado en su voz al momento de estar apreciando el cuerpo inerte de su antigua compañera de la infancia de cabello azul, para después únicamente proceder a enfocar su lastimada mirada en dirección al joven portador del increíble elemento fuego que en ese preciso instante había comenzado a incorporarse de una forma sumamente lenta y dificultosa, tratándose a su vez de una simple acción que al parecer solo parecía haber provocado que aquélla maligna espíritu oscuro de intensa cabellera roja escarlata decidiera adoptar nuevamente una clara posición defensiva.

Erza: Ahora sigues tu...Natsu.

Exclamó la hermosa pelirroja con una expresión sumamente seria adornando su intimidante mirada al estar observando de una forma fija cómo su antiguo compañero de intenso cabello rosa había logrado ponerse dificultosamente de pié, mismo individuo procedente de las nevadas tierras pertenecientes al inigualable reino de Arendelle que ahora mismo se podía visualizar completamente sumergido en un absoluto y pesado silencio, ya que en ese preciso momento aquél flamante espíritu guardián de Althohalla se encontraba concentrando absolutamente todos sus pensamientos en la lastimada mujer que todavía se apreciaba inerte sobre él calcinado suelo del bosque repleto de mágicos cristales.

Natsu: Tu...tu...te...ARREPENTIRÁS.

Gritó el joven pelirosa con una tremenda furia reflejada en sus palabras al estar apreciando de una manera fulminante a la hermosa fémina que se encontraba ubicada a tan solo unos cuantos metros de distancia, aunque a su vez todo este lamentable hecho llevándose a cabo mientras que una intensa aura formada de ardiente fuego había comenzado a ser lentamente expulsada de su deteriorado cuerpo, ocasionando al mismo tiempo con este inminente acontecimiento que la temperatura del devastado y brillante escenario boscoso fuera incrementándose de una forma sumamente desmesurada.