52 - Superando un doloroso pasado.

Gran imperio de Fiore.

Bosque de cristales.

Un profundo e intenso silencio continuaba apoderándose rotundamente de una de las respectivas zonas de confrontación pertenecientes al brillante bosque repleto de mágicos cristales debido a la inesperada aparición de una linda mujer que murió hace muchísimos años atrás, misma fémina de bellísimo cabello rubio cómo la inigualable luz del sol que al parecer todavía se podía visualizar en ese preciso momento abrazando de una forma sumamente cariñosa por detrás al flamante espíritu guardián poseedor del ardiente y devastador elemento fuego, él cuál a su vez se encontraba en ese instante completamente sumergido en lo que parecía ser un total estado de shock a causa de lo que sus incrédulos y sorprendidos ojos ónix se apreciaban observando en aquél enorme escenario repleto de una exuberante vegetación.

Por su parte, la hermosa fémina de intenso cabello rojo cómo la espesa sangre humana había comenzado a despertarse poco a poco de aquélla profunda inconsciencia en la que permaneció sumergida durante unos largos minutos, tratándose además de un simple acontecimiento que al mismo tiempo parecía haber provocado que aquél joven de intimidantes ojos ónix procedente de aquéllas nevadas tierras del inigualable reino de Arendelle logrará salir finalmente del inminente estado de completo shock.

Natsu: Cómo...cómo es posible...esto.

Decía el joven de intenso cabello rosa con una tremenda incredulidad reflejada en sus entrecortadas palabras al momento de estar sintiendo con demasiada claridad cómo aquéllos cálidos brazos seguían abrazándolo cariñosamente por la zona de su abdomen, siendo un inesperado acontecimiento que al mismo tiempo parecía estarle provocando una enorme cantidad de diversas emociones al flamante espíritu guardián perteneciente a la misteriosa y lejana región de Althohalla, él cuál a su vez todavía no podía creer en lo más mínimo que aquélla hermosa mujer de inigualables ojos color marrones estuviera verdaderamente presente en esa precisa zona del casi devastado bosque repleto de una inmensa cantidad de cristales llenos de total magia elemental.

Lucy: Por favor...detente Natsu.

Comentó la hermosa mujer de intenso cabello rubio cómo el brillante sol con un tono sumamente suplicante reflejado en su fantasmal tono de voz antes de seguir abrazando de una manera totalmente cariñosa al imponente hombre que hace demasiados años atrás ejerció el papel de su amado esposo, mismo espíritu guardián portador de aquél ardiente elemento fuego que simplemente procedió a apretar sus respectivos puños con muchísima fuerza contenida debido a la petición que estaba recibiendo en ese preciso instante por parte de aquélla fémina de entristecidos orbes marrones.

Natsu: Yo...yo no puedo hacerlo...Lucy, ella...ella dejó de ser aquélla niña que todos nosotros conocimos...para...para convertirse en un terrible monstruo.

Habló el flamante espíritu guardián de Althohalla mientras que a su vez una expresión sumamente seria se podía visualizar adornando su intimidante mirada al momento de estar observando cómo aquélla terrible fémina de cabello rojo parecía estarse incorporando poco a poco de aquél sucio suelo boscoso, misma poseedora del ardiente elemento fuego oscuro que únicamente había procedido a dirigir sus incrédulos y fulminantes ojos cafés en dirección a la hermosa mujer que en ese instante se encontraba abrazando cariñosamente a su antiguo compañero de la infancia.

Erza: Tú...tú deberías estar...muerta.

Dijo la maligna fémina de cabello rojo cómo la espesa sangre humana con un tono sumamente incrédulo reflejado en sus intimidantes palabras una vez que esta misma espíritu oscuro de Fiore había logrado ponerse completamente de pié, mismas palabras repletas de un tremendo y fulminante odio emocional que al parecer habían ocasionado que él joven portador del devastador elemento fuego intentará soltarse poco a poco de aquél cariñoso abrazo por parte de la bellísima mujer de inigualables orbes marrones.

Natsu: Ella...ha cambiado totalmente.

Exclamó el joven pelirosa con un tono realmente furioso reflejado en su voz una vez que esté mismo espíritu de Althohalla había logrado desprenderse completamente de aquel cariñoso abrazo por parte de la fémina de cabello rubio cómo el sol, de esta simple manera aquél enfurecido hombre de intensos orbes negros pudiendo apreciar claramente cómo aquélla mujer se encontraba vistiendo unas ligeras botas color marrón y una bonita minifalda blanca con unos pequeños adornos dorados, además de que tambien llevaba puesta una ajustada remera de manga corta celeste con algunos cuántos botenes amarillos que en ese preciso momento daba a relucir él encantador cuerpo físico que portaba.

Lucy: Simplemente...debemos lograr olvidar...aquél terrible pasado que nos hizo sufrir demasiado a todos nosotros.

Pronunció la hermosa pelirubia de inigualables orbes marrones con un tono sumamente suave reflejado en su dulce voz al estar observando de una forma totalmente cariñosa al hombre que alguna vez fue su amada pareja sentimental, mismo espíritu guardián perteneciente a la lejana región de Althohalla que a su vez no había podido evitar en lo más mínimo permanecer completamente estático debido a estar presenciando después de muchísimos años la impresionante belleza física que aquélla angelical fémina poseía.

Natsu: Estás...estás tan hermosa cómo en aquél día en él que te conocí.

Mencionó el joven de intenso cabello rosa salmón con una expresión verdaderamente nostálgica adornando su intimidante mirada al estar apreciando de una manera sumamente detenida a la hermosa mujer que se encontraba ubicada de pié a tan sólamente unos cuántos centímetros de distancia, misma fémina de bellísima cabellera rubia cómo el brillante sol que únicamente permaneció sin realizar ningún solo movimiento corporal mientras que a su vez se podía visualizar observando fijamente a los dos espíritus que todavía se distinguían portando una increíble incredulidad reflejada en sus respectivas expresiones.