Gran imperio de Fiore.
Ciudad de Magnolia.
6:50 de la mañana.
En el tiempo actual, una terrible confrontación entre el flamante monarca del nevado reino de Arendelle y la terrible líder de los malignos espíritus oscuros todavía se podía visualizar llevándose a cabo en las devastadas tierras de la ciudad llamada Magnolia, misma confrontación repleta de una tremenda tensión emocional que además se apreciaba siendo en ese instante observada desde una distancia sumamente segura por los cuatro pequeños e inocentes infantes reales.
Los cuáles no podían creer en lo más mínimo que aquélla fémina portadora del terrible Mangekyou Sharingan estuviera soportando la poderosa descarga eléctrica que se encontraba recibiendo por parte del sexto espíritu guardián de Althohalla, mujer de intenso cabello negro como la profunda oscuridad de la noche que a pesar del descomunal e insoportable dolor físico que se visualizaba sintiendo en todo su lastimado cuerpo no parecía tener las más claras intenciones de darse por vencida.
Owen: Vamos papá...tú...tú puedes.
Decía el pequeño príncipe de Arendelle con una inmensa esperanza en sus palabras al momento de estar observando cómo aquélla maligna fémina seguía siendo ferozmente electrocutada, misma líder de los terribles espíritus oscuros que simplemente se podía visualizar arrodillada sobre el devastado escenario mientras se encontraba soltando un gran gritó desgarrador y repleto de dolor.
Sasuke: Esto no está...funcionando, tendre...tendre que intentar otra cosa.
Susurró el sexto espíritu guardián de Althohalla con una notoria molestia reflejada en su voz al estar apreciando cómo a pesar de su deteriorado cuerpo aquélla reina del imperio de Fiore parecía estar soportando la devastadora e inminente descarga eléctrica, mismo joven de intenso cabello negro como la oscuridad de la noche que a los pocos segundos transcurridos decidió comenzar a dirigirse poco a poco en dirección a su terrible adversaria mientras continuaba lanzando su técnica llena de relámpagos.
Owen: Qué estás planeando papá.
Greige: Está caminando hacia esa mujer.
Dijeron los dos pequeños infantes reales con una notoria expectación reflejada en sus respectivas miradas al estar observando como aquél rey de Arendelle se encontraba dirigiéndose hacía la terrible fémina de intenso cabello negro, aunque al mismo tiempo tratándose de un acontecimiento que al parecer había provocado que una ligera cantidad de angustia fuera introduciéndose en el corazón de aquélla hermosa jovencita de bellísimo cabello castaño llamada Iduna.
Iduna: ( Qué pretendes Sasuke ).
Pensó mentalmente la antigua reina de Arendelle al momento de estar observando como aquél joven portador del elemento rayo había logrado posicionarse justo enfrente de aquélla arrodillada líder de los malignos espíritus oscuros de Fiore, misma lastimada fémina anteriormente portadora del terrible Mangekyou Sharingan que todavía se podía distinguir en ese preciso instante siendo electrocutada por una gran cantidad de poderosos rayos eléctricos de color azul.
Sasuke: Porque...porque no te rindes.
Preguntó el actual monarca del nevado reino de Arendelle con una suma seriedad en sus palabras después de haber decidido detener sus devastadores embates eléctricos en contra de aquélla deteriorada líder de los espíritus oscuros, misma fémina que simplemente procedió a enfocar sus cansados ojos negros sobre el espíritu guardián mientras se podía visualizar respirando de una forma agitada debido a las descomunales descargas eléctricas que recorrieron su cuerpo.
Kiyomi: Haganlos sufrir...haganlos desear que estén muertos...primero atacamos...su patético y noble corazón.
Respondió la líder de los terribles espíritus oscuros con un notable odio reflejado en su intimidante voz al estar observando de una forma sumamente fulminante al joven portador del elemento rayo que se encontraba de pie justo enfrente de ella, tratándose a su vez de unas palabras que sólamente parecían haber logrado que una enorme e inesperada incertidumbre fuera introduciéndose en el corazón de aquél joven espíritu guardián perteneciente a la lejana y mágica región de Althohalla.
Kiyomi: Eso fue...lo que dijo...Orochimaru cuándo reunió a todos...los espíritus oscuros...por primera vez...hace mucho tiempo atrás.
Habló la actual reina del misterioso imperio de Fiore con un notorio dolor físico adornando su hermosa mirada mientras continuaba apreciando fijamente al segundo hijo de su hermano mayor, mismo joven de profundos ojos negros como la intensa oscuridad de la noche que simplemente había decidido sumergirse en un absoluto silencio debido a lo dicho por parte de su lastimada contrincante.
Sasuke: Orochimaru está muerto y aquélla gran entidad que los escogió como espíritus oscuros desapareció hace muchísimo tiempo, ya no tienes porque seguir cumpliendo sus terribles órdenes.
Exclamó el joven portador del devastador elemento rayo con una suma seriedad reflejada en sus palabras después de haber permanecido en un total silencio, siendo un hecho que al parecer había molestado completamente a la fémina que todavía se podía visualizar arrodillada sobre el devastado escenario de la ciudad.
Kiyomi: Te contaré...algo niño.
Dijo la hermosa fémina de larga cabellera negra con una notoria seriedad reflejada en su intimidante tono de voz al momento de estar intentando incorporarse poco a poco de aquél sucio suelo de la ciudad, siendo al final únicamente cuestión de unos pocos segundos para que aquélla misma espíritu oscuro de Fiore logrará estar a la altura del flamante monarca de las nevadas tierras del reino de Arendelle.
Kiyomi: Tú padre y tu madre...eran la única luz que tenía en mi corazón, después de perderlos a ambos...mi visión del mundo cambió por completo...mis ojos...se cerraron.
Reveló la flamante reina del imperio de Fiore con una enorme tristeza reflejada en su deteriorada mirada mientras se encontraba observando fijamente a los ojos al joven espíritu que todavía se podía visualizar de pié justo enfrente de ella, mismo que al parecer no había podido evitar quedar sumamente impactado a causa de aquéllas palabras pronunciadas con un tremendo dolor emocional por parte de la lastimada e intimidante líder de todos los terribles espíritus oscuros.