73 - Adiós imperio de Fiore.

Dos largos días transcurrieron desde que la antigua reina de Arendelle llamada Iduna regreso al misterioso mundo de los muertos, mismos días en los cuáles las buenas personas pertenecientes al imperio de Fiore habían vuelto a salir de sus viviendas para tratar de retomar sus rutinas diarias, tratándose de una acción que a su vez se les había complicado demasiado debido a la tremenda devastación existente en las tierras de aquélla majestuosa ciudad de Magnolia. 

Terribles devastaciones que poco a poco habían comenzado a ser reparadas gracias a las órdenes por parte de la nueva reina de Fiore nombrada Erza Scarlet, misma fémina de intenso cabello rojo como la espesa sangre humana que en ese momento aún no contaba con la total confianza de las personas del imperio, las cuáles todavía no olvidaban que aquélla mujer portadora del ardiente elemento fuego fue totalmente cómplice en los planes de los malignos espíritus oscuros. 

Tratándose de un hecho que la antigua espíritu oscuro trataría de cambiar para obtener una enorme unión con su gente, ya que eso era algo que la poderosa pelirroja le había prometido a la madre de la quinta espíritu guardián antes de que marchara al otro mundo. 

Sábado 8 de Enero.

Gran imperio de Fiore. 

Ciudad de Magnolia. 

12:00 de la tarde.

Durante el transcurso de aquéllos dos mismos días, los valientes jóvenes portadores de la impresionante magia elemental se habían dedicado a descansar y a que sus heridas se curaran totalmente, tratándose de un hecho que nuestros queridos protagonistas se encargaron de realizar en las cómodas instalaciones de aquél mediano orfanatorio de Magnolia, mismas instalaciones repletas de niños qué no podían estar más felices de tener a todos los héroes del majestuoso imperio de Fiore habitando su hogar.

Actualmente y después de aquél merecido descanso en las instalaciones del orfanato, nueve jóvenes elementales se podían visualizar ubicados en ese momento en lo que parecía ser el impresionante muelle de la región de Fiore, mismo muelle en el cuál se encontraba anclado un gigantesco e impresionante navío formado completamente de madera, bellísimo barco qué además se apreciaba portando en ese instante dos grandes velas con el símbolo de la majestuosa región de color rojo en su zona central. 

Siendo un gran navío qué a su vez había sorprendido demasiado a los dos infantes reales llamados Owen y Greige, los cuáles no podían evitar desear subirse lo más rápido posible a aquélla enorme estructura marítima qué se encontraba anclada al muelle de Fiore. 

Erza: Espero que este barco sea de su agrado, es uno de los mejores qué tenemos en la gran región de Fiore.

Habló la fémina de intenso cabello rojo con una suma tranquilidad reflejada en sus palabras al estar observando cariñosamente a todos sus compañeros, mismos jóvenes que en ese momento todavía se podían visualizar apreciando con demasiada impresión en sus respectivas miradas aquél gran navío.

Elsa: De hecho, creó que es demasiado para nosotros, ¿estás verdaderamente segura de otorgarnos este barco?.

Preguntó la flamante reina de Arendelle con un pequeño toque de duda reflejada en su voz al decidir enfocar sus hermosos ojos azules sobre la gran espíritu oscuro, fémina portadora del devastador elemento fuego qué sólamente se podía visualizar cruzada de brazos mientras que a su vez demostraba una cálida y apacible sonrisa en su mirada.

Erza: Claro, ustedes se merecen esto y mucho más, así qué por favor aceptenlo.

Respondió la nueva reina de Fiore con una expresión sumamente alegre adornando su bellísima mirada al estar apreciando amigablemente a la quinta espíritu guardián perteneciente a Althohalla, mujer de intenso cabello rubio platinado que además en ese preciso instante se encontraba sujetando suavemente una de las manos de su pequeño hijo de inigualables ojos azules como el frío mar llamado Owen.

Sasuke: Te agradecemos este detalle.

Comentó el actual rey de Arendelle con un inmenso agradecimiento reflejado en sus palabras antes de proceder a observar a la fémina de intenso cabello rojo escarlata, mismo joven poseedor de aquél impresionante elemento rayo que en ese preciso momento se encontraba ubicado de pié justo a un costado de su querida pareja sentimental de ojos azules.

Owen: Este barco es sensacional, ya quiero subir de una vez, vamos Greige.

Dijo el pequeño príncipe de Arendelle con una enorme emoción reflejada en su voz antes de decidir soltar la mano de su madre y comenzar a abordar rápidamente aquél navío de madera, infante portador de la impresionante magia elemental que una vez abordo simplemente había procedido a corretear con demasiada diversión a lo largo de la gigantesca estructura marítima.

Greige: Espera, yo también quiero jugar.

Decía el infante de intenso cabello azul con una notable alegría adornando su inocente mirada al momento de realizar prácticamente lo mismo que aquél niño de inigualables ojos azules como el mar, tratándose de un acontecimiento que sólamente parecía haber hecho sonreír a todos los jóvenes que en ese instante se encontraban observando las enormes instalaciones del majestuoso navío.

Juvia: Todo es tan pacífico y tranquilo. 

Natsu: Así como siempre debió ser.

Dijeron ambos actuales espíritus guardianes de Althohalla con una suma tranquilidad en sus palabras al estar apreciando a los dos pequeños infantes juguetear arriba del gigantesco barco, mismos jóvenes que en ese preciso momento se podían visualizar tomados cariñosamente de las manos mientras se encontraban ubicados justo a un costado de la pareja real de Romalia. 

Sakura: Dime Hanami, tú también quieres subir a jugar mi amor.

Exclamó la hermosa fémina de intenso cabello rosa pastel con un notable cariño en su voz al estar observando a su pequeña bebé de lindos ojos azules, misma mujer que a los pocos segundos transcurridos había decidido subir de una manera sumamente cuidadosa a las instalaciones de aquél enorme navío, siendo una escena que a su vez ocasionó que una radiante sonrisa apareciera en la mirada de aquél espíritu guardián portador del gran elemento viento.